Mattia contó a L’Osservatore Romano cuál será su próxima misión: los pabellones del Gemelli donde acudirá, por iniciativa de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano, con la banda musical de la Policía del Estado. “Pero los verdaderos superhéroes son los niños que sufren y sus familias que luchan con mucha esperanza”, dijo Mattia al diario vaticano.
Y añadió: “Me disfracé de Hombre Araña para arrancar una sonrisa a los pequeños que están en el hospital. Lo hago porque tengo una enfermedad congénita, durante 19 años entré y salí de hospital Gaslini en Génova, y me hubiera encantado, cuando estuve allí, solo, en mi cama, ver entrar al Hombre araña por la ventana de mi habitación”.
El joven reveló que es así como te conviertes en superhéroe, "con el corazón". No existe un "curso de superhéroes" a pesar de que Mattia creó la Asociación “Supereroincorsia”: "Somos un grupo de jóvenes comprometidos con el voluntariado que, disfrazados de 'héroes', aportan momentos de alegría a las salas de pediatría"."Me puse esta máscara por primera vez hace 4 años, en Navidad: tuve que entregar una computadora a San Paolo di Imperia e inventé algo que pudiera entretener a los niños que estaban experimentando lo que yo también había experimentado".
Villardita contó además que “sus hazañas” también continuaron durante el encierro de la pandemia del coronavirus: "Hice más de 1400 videollamadas” y explicó que sigue a los niños, siempre a través del contacto constante con sus padres, incluso cuando regresan a casa “organizamos fiestas sorpresa o, simplemente, la entrega de una pizza”. El año pasado, el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, le otorgó el honor de Mérito por "el altruismo y las iniciativas imaginativas con las que contribuye a paliar el sufrimiento de los pacientes más jóvenes del hospital".
Podría ser la definición perfecta de un superhéroe, "alguien que intenta hacer el mundo mejor de lo que lo encontró".