Como todos los años, en Australia festejaron la fecha de una manera muy peculiar. Miles de personas participaron de una carrera que consta de meterse desnudos en el agua helada del río Derwent en Tasmania.
Los participantes, que sufrían una temperatura de 7 grados fuera del agua, dejaron caer sus toallas y corrieron a toda velocidad con sus gorras rojas cuando salió el sol a las 7:42 de la mañana. Este año se batió un récord gracias a la asistencia de 1537 personas.