En entrevista con la revista Semana, desde Italia y antes de partir a Estados Unidos, Saviano dijo al semanario que persisten los vínculos entre las organizaciones mafiosas de ambos lados del océano. Consultado por la revista si la mafia colombiana todavía tiene vínculos con la italiana, Saviano respondió con un "sí" rotundo.
"Sí. La relación Colombia-Italia tiene 50 años, y por ella sobrevive la criminalidad colombiana. No es por nada que muchos italianos se refugian en Colombia. Las FARC, aunque nunca tuvieron una relación directa con la mafia italiana, sí se beneficiaron de ella", sostuvo Saviano.
Las autoridades locales han dicho en varias ocasiones que los nexos entre narcotraficantes colombianos y mafiosos italianos son de larga data, incluso se habla de contactos en las épocas de esplendor del cartel del Medellín, bajo la mando de Pablo Escobar.
Precisamente, el año pasado fue arrestado en Bogotá Roberto Pannunzi, de la Ndrangheta (mafia calabresa), considerado por la policía como el hombre que estableció los contactos entre Escobar y los mafiosos de su país, para poder así llevar la cocaína hacia Europa.
Esta era la segunda detención en Colombia de Pannunzi, detenido en 1994 en Medellín, en uno de sus viajes al país.
Solo en 2014 las autoridades detuvieron en varias ciudades de Colombia a mafiosos italianos que realizaban una actividad similar a la de Pannunzi. Hombres como Iacomino Tomasso, Domenico Trimboli y Santo Scipione fueron arrestados en el país y entregados a autoridades de su nación. Saviano sostiene que quien realmente estableció los nexos entre la Ndrangheta y los traficantes colombianos fue el ex jefe paramilitar, Salvatore Mancuso: "Es hijo de una familia de Sapri, una ciudad en una región disputada por la Camorra y la Ndrangheta, y fue el primer colombiano en establecer vínculos con esta última mafia", explicó el escritor, tras añadir que esa cercanía fue posible precisamente porque Mancuso era descendiente de italianos, hablaba el idioma "e introdujo en Colombia las reglas de la mafia italiana".
"Las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia, nombre con el que se autodenominaban las bandas ultraderechistas, ndr) le vendían droga a la gente de Calabria mediante compromisos de palabra. No era necesario dar un anticipo. Los calabreses y las AUC tenían una relación más familiar que de negocio", afirmó el investigador italiano.
Saviano habló de estos temas, a propósito de su última publicación, "CeroCeroCero", una denuncia global del tráfico de cocaína, muy a su estilo, lo que le ha valido enemigos que lo han convertido en un errante por obligación, bajo fuertes esquemas de seguridad.
Respecto de ese nuevo libro, el autor de "Gomorra" dijo que pese a sus restricciones de seguridad logró viajar a varios lugares del mundo donde dio centenares de entrevistas y obtuvo documentación que le permitieron concluir que el tráfico de cocaína es un asunto "global" que permite comprender el mundo contemporáneo.
"La estructura de la mafia y el narco-capitalismo no pueden ser contados solo a través de Italia. La mata de coca es una mata extraña que tiene sus raíces en Italia y sus hojas en Colombia. Investigar globalmente significa poder encontrar la prueba de que esto no es un problema local de Bogotá, de Caracas, de Nápoles o de Ciudad Juárez, sino del planeta", afirmó el periodista.
Al parecer, con la nueva publicación, Saviano va de nuevo contra corriente en un mundo donde las drogas sintéticas parecen haber destronado a la cocaína y otras sustancias elaboradas a partir de plantas.
"Lo que distingue a la cocaína de las drogas sintéticas es que la primera te deja funcionar. Las sintéticas no te hacen adicto a la vida como sí lo hace la cocaína. La coca es la droga reina", sostuvo. Agregó que hasta ahora no ha probado algún tipo de sustancia alucinógena, por razones que van desde la prohibición al consumo que en su juventud impuso en su país la mafia, hasta para no traicionarse asimismo, por ser un crítico de todo lo que envuelve el mundo de los mafiosos. Fuente: (ANSA).-
