El músico de fama mundial ofreció -durante más de dos horas este lunes - una charla en la que, jun to a su acordeón, abordó particularidades de su historia, con anécdotas y relatos de lo que ha vivenciado a través de su instrumento desde su temprana edad. Se explayó sobre las diferentes técnicas para tocar el chamamé, recurriendo a íconos como Isaco Abitbol y Ernesto Montiel, entre otros, explicando cómo fue evolucionando históricamente el género, y cómo se ejecuta y baila según las diferentes regiones de nuestro litoral.
El acordeonista, mundialmente reconocido por su música, explicó también la íntima relación entre el chamamé y la naturaleza, contando incluso problemas ambientales que lo inspiraron para componer temas, en los que lo sentimental hacia la tierra es un factor importante. Resaltó, junto al Prof. Nardo González, docente de la Escuela Torrá y guitarrista del afamado artista, que su trabajo se basa en el conocimiento del mundo "que se aprende andando" y que se apoya en González, que "tiene la visión escolástica", para fusionar ambas miradas. Por eso opinó que se debe avanzar con escuelas de chamamé, con profesores que puedan transmitir este género ligado a la idiosincracia litoraleña, y aseguró siente que compartir sus "pocos o muchos conocimientos" con jóvenes "es un privilegio". También dijo que espera que para enseñar y aprender lo copien. "Así es como aprendí yo: mirando", contó.
Durante el seminario, fundante en las perspectivas de enseñanza de esta música en la sede Concepción del Uruguay de la FHAyCS-UADER, también se presentaron el Ensamble de Música Argentina Región Litoral, dirigido por González y el Ensamble de Acordeón, a cargo del Prof. Facundo Torresán, también docente de las carreras de formación de la Escuela.
Se hicieron presentes autoridades y funcionarios municipales encabezados por el viceintendente, Marín Oliva, y concejales, que junto al importante número de estudiantes asistentes, conocidos músicos locales y público en general, colmaron el salón Héctor Buenaventura Sauret de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), donde se desarrolló la actividad, y terminaron aplaudiendo de pie a Raúl Barboza.