Economía Combustibles

Súper o Premium: ¿Qué nafta conviene más para llenar el tanque?

Y al momento de llegar al surtidor siempre aparece la pregunta de qué combustible cargar de acuerdo al tipo de motor de nuestro auto para que no sufra daños. Qué recomiendan especialistas en la materia.
Los aumentos de precios vienen golpeando desde varios frentes. Pero si hay uno que tiene subas permanentes al que nos enfrentamos de forma casi cotidiana, ese es el combustible.

Luego del último incremento de este mes, que fue de entre el 4 y 5,5 %, en lo que va del año la nafta súper ya acumula una suba del 29 % y la premium tuvo una remarcación de hasta el 35 %.

De este modo, en estaciones de servicio de la ciudad de Buenos Aires y alrededores, el litro de nafta súper (denominada también de Grado 2) está entre $ 29,37 y $ 30,28, según el tipo de empresa. La premium (Grado 3), se ubica entre $ 35,37 y $ 36,95.

En las YPF de Paraná, la nafta Premium (Infinia) se vende a $ 40,46. En tanto, la nafta super de YPF cuesta $ 33,85 en los surtidores de la capital entrerrriana. Por su parte, el litro de nafta Formula Shell Super cuesta 34,90 pesos, mientras que la Premium de la marca (Shell V- Power), ya se vende a 42,13 pesos.

En el interior, salvo en la Patagonia, hay lugares en donde el valor del litro la nafta premium ha superado los 43 pesos. Y la previsión es que lleguen nuevos aumentos.
Y al momento de llegar al surtidor siempre aparece la pregunta de qué combustible cargar de acuerdo al tipo de motor de nuestro auto para que no sufra daños. Cargar una nafta u otra en un tanque de combustible promedio puede representar un ahorro de más de 250 pesos.
De 95 o 98 octano
En los surtidores de las estaciones de servicio, en los manuales de los vehículos y en muchas tapas de los tanques aparece la nomenclatura RON 95 o RON 98. Esto indica el número de octano que tiene el combustible. ¿Pero qué significa?

Miguel Rzeznik, Jefe de Laboratorio de Combustibles del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) explicó que "es una valoración numérica de la capacidad antidetonante del la nafta".

"Debe entenderse por detonación -amplío Rzeznik- a aquella combustión de la mezcla aire y combustible no controlada ni deseada, que se produce por autoignición, y que se incrementa con el aumento de la relación de compresión del motor".

"En general -graficó Rzeznik- cuando escuchamos la autoignición, ruido a golpe de metales, decimos que el motor pistonea", continuó.

De acuerdo a lo que explicó, "la volatilidad, los aditivos, el contenido de azufre, compuestos oxigenados, tensión de vapor, etcétera, hacen a la calidad óptima de una nafta. Todos estos parámetros deben estar equilibrados, por tal motivo los fabricantes de automóviles recomiendan combustibles para los cuales diseñaron sus motores.

Cuando se le consultó a especialista qué otro aspecto hay que valorar al acercarnos al surtidor, éste apuntó al "contenido de azufre total. Este elemento es indeseable ya que envenena los catalizadores del tratamiento de los gases de escape. El azufre se deposita sobre los puntos activos del catalizador haciendo perder eficiencia de conversión a largo plazo. El contenido máximo de azufre para la nafta Grado 2 es de 150 ppm (partes por millón), mientras que en la de Grado 3 es de 50 ppm".

A la pregunta, qué tipo de nafta recomendaría usar, Rzeznik sentenció: "A modo de evitar inconvenientes siempre es recomendable que se utilice lo que especifica el fabricante del automóvil. Utilizar combustibles de menor calidad es un riesgo que a mediano o largo plazo puede tener consecuencias".

Y en esa línea, aclaró que, "no hay una relación significativa del consumo entre las naftas Grado 2 y Grado 3. Se puede aclarar que la combustión al ser más completa y efectiva, existirá un mejor aprovechamiento de la energía, y por ende el consumo será menor y las emisiones disminuirán".

Respecto a que si vale la pena cargar nafta premium en un auto que no lo recomienda, el especialista comentó que, "si el combustible es acorde, un combustible superior no traerá consecuencias significativas, porque uso lo que realmente trae beneficio".
De acuerdo a lo que expuso, "los combustibles premium en general no solo focalizan en el octanaje, sino como se dijo son productos con menor contenido de azufre, mayor cantidad de aditivos específicos, y por ende responden mejor a la mayor exigencia en el manejo. También conviene aclarar que Argentina es un país con una geografía y climas muy diversos. Por ende, tanto los motores como los combustibles deben ser compatibles para asegurar el normal funcionamiento".

"Siempre que se pueda hay que usar la premium"

También desde el INTI, pero desde el área Mecánica, dieron una respuesta más enfática. Para Martín Torreblanca, coordinador de la Unidad de Transporte, "siempre que se pueda hay que usar el premium".

Según el especialista, la nafta Grado 2 "es más limpia, tiene otras propiedades, (velocidad de llama, antidetonancia, bajos residuos, etcétera), que hacen que el motor moderno funcione mejor o como debería funcionar".

Además, agregó que "hay que tener en cuenta que los motores modernos, poseen mapeos -de inyección de combustible- que siempre están en continuo ajuste y esto provoca que un combustible que le permita al motor llegar a una condición de mayor rendimiento y/o potencia, lo va a hacer".

Torreblanca también consideró que "es muy importante tener en cuenta que el ahorro que se produce inmediatamente al cargar el tanque, va a tener efectos a mediano y largo plazo contraproducentes en la durabilidad del motor en su conjunto".

Finalmente remarcó que es "importante que para cumplir con las normas de emisiones, los fabricantes recomienden un combustible determinado".
Resultados de las pruebas
FCA, grupo que tiene a Fiat y Jeep, entre otras marcas, aseguró que durante los Road Test y ensayos que son realizados en Argentina para calibrar las centrales de inyección y de cambio, se utilizan todo tipo de combustibles, súper y premium, y de las diferentes marcas, adquiridas directamente en las estaciones de servicio.

Luego de esas pruebas, los resultados de las evaluaciones al concluir las actividades no presentan síntomas que puedan comprometer el funcionamiento del motor, así como la performance, durabilidad o variaciones relevantes en consumo de combustible.

Al fin y al cabo lo siempre recomendable será certificar qué tipo de combustible recomienda el fabricante de nuestro auto. El motor de un modelo que recomienda cargar nafta súper (RON 95 o Grado2), algo que ocurre con la casi totalidad de vehículos que se venden en nuestro mercado, funcionará sin ningún tipo de problemas con ese combustible.

Pero si lo que se quiere es estirar la vida útil del propulsor y no dañar los inyectores por el azufre acumulado, por ejemplo, entonces el combustible premium es el indicado. La pequeñísima diferencia que logra en rendimiento es casi imperceptible. El beneficio estará en el cuidado del motor. (Clarín)
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