Esto se da como consecuencia de un fuerte aumento de las exportaciones del mes de julio (+33,2% ia, acumulando así un alza de 14,9% interanual entre enero-julio), frente a un retroceso de 23,9% ia en las importaciones desde el país vecino (apenas +1.8% en lo que va del año).
Tras la estabilización de Junio (el rojo acumulado había retrocedido 0,4% en perspectiva interanual) termina así un ciclo de más de 3 años de ensanchamiento del déficit bilateral.
Para entender estas cifras, Ecolatina señala que "la caída de las importaciones del séptimo mes del año fue consecuencia del menor nivel de actividad en Argentina. El salto del dólar de los últimos meses también tuvo su impacto: el tipo de cambio real bilateral se depreció 8,1% ia en julio, encareciendo los productos importados desde Brasil. La caída de las compras externas se repetirá en los próximos meses, ya que no esperamos una recuperación de nuestra economía en lo que resta del año".
Por su parte, "las exportaciones se vieron favorecidas en julio por la depreciación del peso que fue más que suficiente para compensar la desaceleración en el nivel de actividad que enfrenta Brasil, envuelto desde hace meses en un marco de tensión política y conflictividad social (los últimos datos del mercado arrojan un crecimiento esperado para el PBI de solo 1,5% en 2018, la mitad respecto de comienzos del año)", destaca Ecolatina.
Al respecto, desde Abeceb indica que "las exportaciones a Brasil (apuntaladas principalmente por las ventas de automóviles, trigo en grano, vehículos de carga, maíz, aluminio y otros cereales) vienen siendo sistemáticamente superiores al resto de los principales destinos de los productos argentinos". En contrapartida, "el anémico comportamiento de las importaciones desde Brasil se encuadra en un contexto general de retracción del nivel de actividad y depreciación nominal del peso".