Con este resultado, el elenco de Boedo alcanzó las ocho unidades y se mantiene fuera de la zona clasificatoria para la siguiente ronda, mientras que Tigre, que observa la tabla anual en la lucha por la permanencia, llegó a 39 puntos y se mantiene cerca del puesto de descenso.
El encuentro tuvo un comienzo frenético por parte de Tigre, que en la primera acción con la presión de Alexis Castro y tuvo una llegada peligrosa frente al arco de San Lorenzo.
Los dirigidos por Lucas Pusineri acudieron al juego asfixiante en todas sus líneas e hicieron la diferencia con un mediocampo lúcido y punzante que tuvo como protagonistas a Castro, Lucas Menossi y Aaron Medina.
San Lorenzo la pasó realmente mal durante la primera etapa, no logró hacer pie en el juego, el tridente ofensivo no le dio resultados a Ruben Insua. La defensa tampoco brindó la seguridad que sí tuvo en encuentros pasados.
El que sí dio confianza fue el arquero del "Ciclón", Augusto Batalla, quien expuso la falta de eficacia de Tigre, al intervenir en seis ocasiones claras para salvar a su equipo y bajarle el telón al primer acto sin emociones.
Para el complemento, el técnico de San Lorenzo apostó por tres cambios en el inicio para darle otra identidad a su equipo. Si bien logró amortiguar la supremacía del local, no pudo ser protagonista y mucho menos ser peligroso en la ofensiva.
Por su parte, Tigre, sin tener la intensidad de la primera etapa y con un mediocampo apagado, se las ingenió para poner en aprietos a su adversario con los remates de Menossi, José Paradela y Sebastián Prediger, pero ninguno pudo vencer a la figura indiscutible de la noche, al arquero Batalla, que le bajó la persiana a su arco y le dio un punto a su equipo en una jornada que le resultó compleja desde el inicio hasta el final.
