"Me retiro definitivamente", dijo al llegar al aeropuerto de Ezeiza. "No hay vuelta atrás, además de lo físico hubo cosas que no me gustaron", reveló. El argentino tenía firmado un contrato de 14 millones de dólares por tres peleas y la primera iba a ser en junio de este año ante el canadiense Phil Lo Greco. Si ganaba tenía el sueño de pelear ente el filipino Many Pacquiao.
Durante los últimos dos meses se entrenó en los Estados Unidos con un equipo encabezado por el controvertido entrenador Alex Ariza. Sus logros físicos fueron notorios pero ahora venía la parte más difícil: recuperar la fuerza, la potencia y ponerse diez puntos para poder boxear.
Su último combate fue contra Mayweather, el 13 de septiembre de 2014 en el MGM de Las Vegas. Pasaron casi 5 años en los que el pugilista argentino se alejó de la actividad y las rutinas de entrenamiento.
En enero de este año, Maidana decía en una nota con LA NACION: "No extraño nada el boxeo. Era un trabajo. Me jubilé, ya pasó la etapa. Sigo viajando, yendo a las peleas, pero sin entrenar ni subir al ring. Las peleas con Mayweather me ayudaron a jubilarme temprano". Semanas después desempolvó los guantes y se embarcó en un regreso que quedó trunco. Sus días en los Estados Unidos lo convencieron de abandonar esta alocada idea y la cruel lucha contr la balanza... y el paso del tiempo.