"El señor Beccacece vino al vestuario y tuvo una charla de hombres, que quedaba ahí, pero alguien salió de eso. Vino a hablar de fútbol, porque no tenía ninguna queja con nosotros por nuestro partido. Estuvo 10 minutos hablando del arbitraje argentino y tratándonos a los árbitros de ladrones", contó Scime. "Abal le explicó con mucha paciencia que puede haber errores, que no somos ladrones. Yo preferí no meterme porque me conozco y me quedé mirando el teléfono. Yo nunca le falté el respeto, eso es una mentira del señor Beccacece. En un momento dijo que en su área cobramos cosas que en las otras no. Yo le dije que no le iba a contestar porque si lo hacía le tenía que faltar el respeto, así que le pedí que se retire. Ahí se enojó bastante y se fue a los gritos. Esa fue toda la charla que tuve yo con él", añadió el asistente.
"Hace 10 años que soy árbitro de Primera División, es normal que se hable con cualquiera, a veces se dan explicaciones. Yo esto no lo hago por plata porque no es tanta, lo hago por vocación, y que Beccacece nos trate de ladrones me altera, no me entra en la cabeza. Estuve demasiado bien, me aguanté 10 minutos de él hablando mal de compañeros", deslizó más tarde. "Yo soy 100% profesional, si me toca volver a dirigirlo no hay ningún problema", concluyó Scime.
