"Nos restan 1028 días", decía el mensaje que tenía escrito Alizée en una remera blanca antes de quedar atada a la red. Los dos jugadores, por cuestión de seguridad, dejaron la cancha y los empleados de seguridad la lograron correr después de cerciorar que no estaba armada.
La joven pertenece al movimiento Derniere Renovation que milita para prevenir la emergencia climática. "Que el gobierno se comprometa inmediatamente a garantizar la renovación integral y eficaz del parque de viviendas francés de aquí a 2040 y a desarrollar un sistema de financiación simple y progresivo que cubra la totalidad de las obras para los propietarios más modestos", proclama en su sitio web. "Estamos en 2022 y es hora de afrontar la realidad, el mundo al que nos envían los políticos es un mundo en el que Roland Garros ya no podrá vivir. Hoy he entrado en el campo porque ya no puedo correr el riesgo de no hacer nada ante la emergencia climática", dice Alizée en el sitio oficial de la agrupación.
Según el movimiento francés, "1028 días es lo que nos queda para determinar el futuro de la humanidad". "Menos de tres años", recalcan, al tiempo que afirman que "la cuenta atrás comenzó el 28 de marzo de 2022, fin del ultimátum enviado por Última Renovación al Gobierno, y fecha en la que los ciudadanos entraron en resistencia civil".
"Francia ha sido condenada por sus propios tribunales por inacción climática. El futuro de este país está literalmente destruido. Perder el tiempo es perecer", aseguran. Y citan a Sir David King, ex asesor científico del gobierno del Reino Unido: “Hay que ir muy rápido. Lo que hagamos en los próximos 3 o 4 años, estoy convencido, determinará el futuro de la especie humana”.