Las consultas derivaron en un fluido contacto por WhatsApp, al punto de acordar un stock de mercadería, por la cual la damnificada entrerriana abonó por transferencia un monto aproximado de $9.000.
Pasaron los días y la compra que hizo nunca llegó, e incluso al intentar comunicarse en varias oportunidades por las diferentes vías con quien había sido la vendedora, el objetivo no pudo ser cumplido. Ante la pérdida total de contacto, la señora se percató que había sido víctima de una estafa, publica Estación Plus Crespo.