Poirier, segundo en el ranking de la Ultimate Fighting Championship (UFC), se tomó revancha de la derrota por nocaut ante el irlandés en 2014 y lo invitó a un tercer combate tras autoproclamarse como "nuevo campeón". Esta derrota, primera por nocaut en su carrera, puso en riesgo el futuro de McGregor en la organización más prestigiosa de Artes Marciales Mixtas (MMA) y también el millonario negocio de una eventual pelea de boxeo ante el filipino Manny Pacquiao.
"Es duro estar inactivo tanto tiempo", dijo el irlandés, de 32 años, en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias AFP, tras su tercer combate en el octágono en más de cuatro años.
"Es difícil de aceptar. Voy a volver porque es lo que he hecho siempre", finalizó.