Bajo la disposición 1337/2020, la entidad informó que luego de realizar un análisis, "el resultado arrojó que el producto no es apto para consumo ya que se observó el envase y su tapa hinchado y óxido en su punto de cierre, al abrirlo se evidenció liberación de gas, líquido espeso con alta densidad y abundante sólidos con poca cantidad de granos de choclo y olor ácido intenso putrefacto".
Además, se detectó la presencia de Bacilluys Cereus y Anaerobios Sulfitos Reductores.
El Departamento Vigilancia Sanitaria y Nutricional de los Alimentos del INAL categorizó el retiro como Clase I, que significa que los alimentos pueden representar un riesgo grave para la salud de quienes lo consuman.