El incendio en Cobargo, de 776 habitantes, también causó la muerte a otras dos personas, un padre y su hijo, de 63 y 29 años, respectivamente.
La lluvia y la disminución de las temperaturas de los últimos días han ayudado a los bomberos a contener las decenas de focos activos en Victoria y Nueva Gales del Sur, el estado más afectado donde se han registrado 21 de las víctimas mortales.
Desde el septiembre pasado, los incendios han arrasado una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados, mayor que la de Irlanda o Panamá, incluidas más de 2.000 viviendas.
Además, hasta mil millones de animales, principalmente mamíferos, aves y reptiles, se habrían visto afectados a raíz de estos devastadores incendios, según la estimación de ecologistas australianos.