Policiales Abordó el caso de San José

Salisky, a víctimas silenciadas: "Anímense, denuncien, pueden tener respuestas"

Conmueve el aberrante caso de abuso en San José. Un ex policía fue condenado a 22 años de prisión por el abuso de sus 3 hijas durante varios años. El querellante habló de la causa en El Ventilador.

Los hechos ocurrieron en San José, entre los años 2005 y 2012 y el propio abogado querellante expresó que nunca se había enfrentado a un caso tan aberrante como este.

Las víctimas, una hija natural y las otras dos hijas de su pareja, comenzaron a sufrir estos abusos a partir de los 7 años de edad y durante buena parte de su adolescencia.
"La madre de las victimas realiza la denuncia cuando toma conocimiento de los hechos"
Los detalles son escalofriantes. Y la particularidad, según afirma el abogado, es que hubo una naturalización en el ámbito de la familia.

El abogado querellante, Lucio Salisky se refirió a la sentencia al ex policía condenado por abuso y habló del difícil camino para las víctimas. "Por supuesto que la Fiscalía como la querella pedimos penas mayores, pero más allá de la pena, lo que a mí me interesa como abogado de las víctimas es la tranquilidad de ellos. Estamos hablando de una pena alta que si tuviéramos que asimilarla es prácticamente la máxima del homicidio doloso, que el condenado tendrá que cumplir en la unidad penal correspondiente".

Se trata de un ex policía "que al juicio oral ya llegó retirado, se trata de un hombre que supera los 50 años. Estoy trabajando en esta causa desde mediados de 2018. En esta causa, creo que los tiempos han sido razonables. La causa se inició en julio de 2018. Estamos a un año y unos meses y estamos con una sentencia condenatoria que es algo que no suele acontecer con otros casos".

Mencionó que "hubo una investigación y un trabajo muy importante de investigación penal preparatoria. Esa es la razón por la cual se pudo llegar, dentro de un tiempo razonable para que la víctima pueda tener una respuesta".

La denuncia fue realizada "en primera instancia, por la mamá de las víctimas, cuando toma conocimiento, y posteriormente, con las víctimas ya mayores de edad realizaron su propia denuncia", mencionó el letrado.
"Cuando hablamos de naturalización de este tipo de hechos, estamos hablando de hechos que exceden lo que sería el abuso sexual en sí mismo, para ir al ámbito de la corrupción de menores. Con naturalización queremos referirnos a mecanismos que ha utilizado esta persona para influir en la subjetividad de estas víctimas, afectando su desarrollo sexual y su desarrollo libre en general. Las víctimas por su corta edad (cuando esto ocurrió tenían 7 años) no podían darse cuenta de que estaban siendo víctimas de un delito y por lo tanto, no podían percibir la connotación sexual de los actos, el mandato del silencio, de no contar, el mandato de la amenaza, de la culpa; todo esto fue preparando el camino para que esto fuera ocurriendo de manera sistemática y las víctimas lo vivieran como si esto fuera normal y cotidiano".

El momento en que los hechos aberrantes ocurrían, dijo el abogado, "era cuando la mamá se iba a trabajar, por eso la mamá no podía tener conocimiento de lo que sucedía". La progenitora, ni bien se enteró de los sucesos, realizo la denuncia, acotó el letrado.

El ahora condenado, "no tenía antecedentes en hechos similares".
Para el querellante el haber pertenecido a la fuerza policial tiene agravante "para mí sí lo tuvo, en el alegato de clausura cuando hubo que fundamentar el pedido de pena, por supuesto que consideré un agravante que sea policía por dos razones, en primer lugar porque era exigible un mayor respeto por la ley, y segundo, hubo un dato que nos aportó la asistente social que es que la circunstancia de ser policía le permite tener conocimiento sobre técnicas de dominación de personas. Si pensamos en la edad del condenado, y en la edad de las víctimas, con su formación policial, estaba en una condición de superioridad". Además aportó que otro de los agravantes era su condición de guardador, porque "ocurrió en el marco de una relación de convivencia y matrimonio posterior, con la mamá de las víctimas".

En otra parte del programa, Salisky consideró que "desde que está en funcionamiento el nuevo sistema Procesal Penal, que en el interior conocimos antes que en la capital provincial, permite que las causas puedan ser tratadas con mayor prontitud y mayor celeridad, porque en el sistema anterior, procesal mixto, como lo conocíamos, lo que ocurría era todo lo contrario: estas causas no llegaban, mayormente prescribían. Hoy eso es muy difícil, hay mecanismos en el sistema actual para que no prescriban y puedan tener una respuesta en la justicia".

Del mismo modo, el abogado puntualizó en que "por parte de lo que tiene que ver con el funcionamiento en sí mismo, tiene relación con los elementos con que se cuente en la jurisdicción respectiva, en este caso contábamos con un juzgado que tenía cuerpo pericial para poder trabajar en ese sentido".

Aportó que una sola de las víctimas aportó su testimonio mediante Cámara Gesell ya que "al momento de la realización de la denuncia la víctima tenía 17 años", resaltó que "las otras víctimas tuvieron que prestar su declaración en el debate oral".

"Es muy probable afirmar que las víctimas van a cargar con esto, de por vida. El condenado tendrá su pena temporal", puso relevancia.
El abogado aportó que "lo que este caso tenía de particular era el nivel de violencia que el condenado ejerció sobre las víctimas, no solo para poder abusarlas sexualmente, sino también en su vida diaria, con escenas muy traumáticas. Hubo un momento en que las victimas coincidieron que fue el peor de todos que es cuando la mamá terminó internada poer peritonitis en el Hospital Urquiza de Concepción del Uruguay. En ese entonces, las víctimas quedaron al cuidado exclusivo del condenado, ese fue uno de los peores momentos que pasaron".

La mamá de las víctimas "también sufrió la violencia" de esta persona. Ella fue "una víctima de violencia de género muy grave", hizo hincapié.

"Hubo tres hechos que concursan entre sí, y a su vez concursan idealmente con el delito de corrupción de menores. Quiere decir que la escala que se tomó es la de la corrupción de menores".", dijo.
"Pueden obtener una respuesta de la justicia, pueden denunciar, que van a recibir la atención que realmente le merece el caso"
En el mismo sentido, afirmó: "Si tomáramos esa escala, tal vez el máximo que se hubiera podido pedir estaría rondando los 44 años de prisión. No cuento con los fundamentos de la sentencia aún para saber por qué se estableció esta pena".

Al ser consultado respecto a qué posición tomó la policía al conocer el hecho aberrante por parte de un integrante de la fuerza, el abogado respondió: "No noté absolutamente nada raro, todo lo contrario. Colaboraron en lo que les tocó".

El abogado destacó que respecto al cuidado para que las víctimas "no sean expuestas", se ha sido "sumamente cuidadosos. Se ha preservado en todo momento el anonimato de las víctimas durante la investigación penal preparatoria, durante el juicio y en toda la información posterior".
"El anonimato de las víctimas es particular en cada caso, no todos los casos son iguales. Hay otro caso que estoy tratando en donde la víctima expuso su caso por redes sociales. Es una elección que ha hecho la víctima totalmente respetable. En el caso que estado hablando acá, ella eligieron el anonimato, ese es su proceso, y no es igual a otros", acotó.

El letrado puntualizó además que la celeridad en que esta causa tuvo condena "se debe además al trabajo conjunto realizado con el Ministerio Público Fiscal".

Como mensaje, el abogado mencionó: "que este tipo de casos tomen notoriedad tal vez sirva para permitir darle un mensaje a las víctimas que aún está silenciadas, les digo que pueden obtener una respuesta de la justicia, que pueden denunciar, que van a recibir la atención que realmente le merece el caso". Elonce.com.
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