La primera gran polémica se vivió en el arranque del segundo tiempo. Marquinhos Gabriel quedó mano a mano contra Armani y no falló. Sin embargo, desde el VAR le avisaron al juez que hubo posición adelantada y decidió anular el tanto. La jugada es realmente muy fina.
Y así como celebraron esa jugada, minutos más tarde los fanáticos de River estallaron: primero porque no les sancionaron un penal luego de un pisotón contra Montiel dentro del área rival y luego por una mano de Dedé a la que los jueces tampoco hicieron a lugar.
Y cuando se iba el partido, el VAR volvió a entrar en acción. A los 97 minutos, le soplaron por la cucaracha al árbitro de un agarrón a Lucas Pratto y, esta vez sí, sancionó la pena máxima. Matías Suárez se hizo cargo, pero mandó la pelota a las nubes.
Fue empate 0-0 en el estadio Monumental. La serie está más que abierta y se definirá el próximo martes en Belo Horizonte.