Sin embargo, el conductor se resistió el traslado. Se atrincheró y alertó que no se bajaría del auto, por entender que la medida de secuestro del rodado, era excesiva. Llegaron seis policías y dos oficiales quienes trataron de mediar con el conductor y los inspectores, pero frente a la resolución tomada, se avanzó con el traslado.
Tras 60 minutos de discusiones y enconos, finalmente llegó el dueño del automóvil, quien le sugirió al chofer que se bajara, a lo cual accedió. La idea es reclamar por el procedimiento en el mismo juzgado de Faltas de Paraná, publica diario Uno.