El 80% de la deforestación en el país se concentra en el norte argentino. Chaco, puntualmente, es la provincia que más destruyó sus bosques en los últimos tres años. Con este triste récord, está poniendo en peligro el ecosistema y la fauna de la región. "Las inundaciones son cada vez más frecuentes en Chaco y otras provincias del norte. No es casualidad que donde más abunda la deforestación ilegal, más impactos climatológicos drásticos se vivencian", sostuvo Cruz. El bosque chaqueño también alberga un sinnúmero de insectos herbívoros, termitas y hormigas que cumplen un rol fundamental en su relación ecológica con el medioambiente y son alimento de otras especies como el oso hormiguero, que también está en peligro con una distribución limitada. Asimismo, el tatú carreta, habitante tanto del Parque Copo como de la reserva La Pirámide, se encuentra en peligro y en condiciones vulnerables a nivel internacional.
Imágenes satelitales registradas recientemente por la organización ambientalista mostraron un desmonte en El Impenetrable chaqueño, específicamente en la finca Monterrey, lindera al Parque Nacional Copo (Santiago del Estero) y la Reserva Provincial La Pirámide (Chaco). Allí, se documentó que más de 2000 hectáreas fueron destruidas. Más información:
La ecorregión del Gran Chaco de 1.1 millones de km² se extiende a lo largo de tres países (Argentina, Bolivia y Paraguay) y es un foco global de deforestación, experimentando una defaunación generalizada. El principal depredador del Chaco, el yaguareté (Panthera onca), presenta bajas densidades (menos de 1 individuo/km29 y depende de ámbitos de vida muy grandes. El Chaco contiene algunas de las poblaciones de jaguares más australes, pero éstas han disminuido en muchas áreas recientemente y la especie se enfrenta a una extirpación generalizada del Chaco.