Mario Usinger, uno de los panaderos referentes de la ciudad, explicó a FM Estación Plus: "La semana pasada tuvimos reuniones previas entre los elaboradores, porque vimos que teníamos un desfasaje considerable entre los costos y el precio de venta. Hicimos un cálculo considerando el aumento del combustible, las tarifas energéticas y si bien tendríamos que haber subido entre un 30% a 35%, atendiendo la situación -que está difícil para todos- decidimos aplicar un 15%. Así, en góndola se estará comercializando a $80 el kilo".
El panadero enfatizó en dos aspectos que repercuten directamente en la conformación del precio: "Este año hemos tenido un aumento del 100% de lo que nos llegaba la factura de energía eléctrica y de gas. Se habla de un 30% más para el año en curso, que esperemos no llegue a aplicarse. Además, cada vez que viene un viajante nos asusta, porque hay recesión pero los productos básicos siguen aumentando. Cuando el dólar estuvo estable, las materias primas aumentaron y ahora que aumentó el dólar, estimamos que van a volver a producirse movimientos en los precios, porque los trasladan".
Usinger expresó que se sienten desprotegidos por el Estado, que no implementa políticas públicas que contribuyan para con el sector. "Somos un granito en el sistema económico. No queda otra que remarla y seguir adelante como se puede", se lamentó y agregó: "Algunos puede que no estén al día con sus tributos, porque se hace cada vez más pesado, pero a su vez uno no puede demorarse en los pagos fiscales u obligaciones impositivas, porque genera trabas en otras gestiones o trámites que son cotidianos".
Los panaderos aguardan el impacto que tendrá en los consumidores el reciente aumento. Acerca del comportamiento de los clientes, comentó: "En líneas generales se ha mantenido en forma regular la venta de pan, pero se está notando una baja en las elaboraciones dulces. Notamos una disminución en el consumo y es exclusivamente por el precio".