El formador ya había trabajado en el club durante 18 años (entre 1995 y 2012), donde cosechó 17 títulos, y venía de trabajar en las categorías formativas de Patronato. "Cuando me fui sentí un dolor como el de dejar mi casa. Hoy siento la alegría de volver", afirmó.
Con respecto a la satisfacción que le provoca trabajar nuevamente en el club, Regenhardt fue contundente. "Este es el premio más grande que la vida me pudo haber dado. Un orgullo total", manifestó.