El domador apartó al reptil del brazo, lo arrojó al suelo y se marchó de la escena. Unos momentos más tarde se desmayó.
Fue hospitalizado, le suministraron un antídoto y tres días más tarde le dieron el alta. Sin embargo, todavía tiene las heridas, parecidas a quemaduras, que el veneno le dejó en el antebrazo, el bíceps izquierdo, en los muslos e incluso en los labios.
"Muestran lo potente que es el veneno de la serpiente", comentó el domador.
A Chaibooddee había sido mordido por serpientes muchas veces antes, pero "no tan fuerte", dijo. Mencionó que tuvo suerte de que lo hospitalizaran y le suministraran un antídoto a tiempo. "De no haber sido así, habría muerto", admitió, según The Daily Mail.
Fuente: RT