Al fiscal Martin Gil no le costó demasiado llegar hasta un sospechoso. Después de escuchar el contradictorio relato que brindó su ex pareja Ramón De La Cruz Ortiz, le tomó menos de 24 horas ordenar su detención. Desde entonces, el hombre de 38 años está alojado en la UP9 con una prisión preventiva que se fue prorrogando y que finaliza hoy con el adelanto de veredicto.
El juicio se prolongó durante dos semanas. En la primera audiencia testificaron los policías que participaron en la investigación, rastrillaje y levantamiento de rastros de la escena donde fue hallado el cuerpo de Susana Villarruel. El segundo día fue el turno de los familiares y ese día se escuchó el relato de la hija mayor de la víctima, que contó aspectos que perjudicaron mucho a Ortiz.
La adolescente de 17 años contó que una semana antes del crimen su madre había vivido una situación muy similar con Ortiz a la que terminó padeciendo. Y además, describió que el acusado siempre llevaba un cuchillo de fabricación casera en su mochila, para una supuesta defensa personal.
En la cuarta audiencia también se escuchó un testimonio nada beneficioso para Ortiz y quien lo realizó fue su propia madre: Beatriz Espíndola. La mujer de 57 años detalló el episodio violento que sufrió a manos del acusado el 18 de enero en su casa de Del Valle y Montevideo. Ese día, Ortiz la golpeó con un fierro en la cabeza para robarle, ocasionándole fractura de cráneo. En el juicio, Espíndola volvió a revivir todo eso y opinó que por la relación que mantenía su hijo con Villarruel, él había sido responsable de su muerte.
En la última audiencia se escucharon los alegatos y el fiscal coordinador Lisandro Beherán no tuvo dudas para solicitar la condena perpetua, en cambio el abogado defensor Martín Clapier alegó que las pruebas que se habían presentado no eran suficientes y por ello exigió la absolución por el beneficio de la duda. Hoy se conocerá la decisión del Tribunal. (El Día)