Los hechos, según el relato de las víctimas, ocurrieron entre 1985 y 1993, cuando Ilarraz ejerció los cargos de administrador, prefecto de disciplina y director espiritual en el Seminario. "Estamos a la espera de que se conforme el Tribunal de Apelaciones para entender en la apelación del procesamiento que habíamos articulado. A nuestro entender, el procesamiento fue practicado sin pruebas", comentó el abogado defensor de Ilarráz, Miguel Ángel Fornerón.
Además, recordó, se está tramitando en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el recurso extraordinario que oportunamente presentamos contra el fallo del Superior Tribunal de Justicia de la provincia que nos rechazó el pedido de prescripción". En este sentido dijo que la Corte Suprema ha solicitado "se remitan las actuaciones principales, que actualmente están en manos de la Cámara de Apelaciones, a los efectos de evaluar con estos elementos, el recurso que hemos articulado". Elonce.com.