El contenido restante de ambas botellas fue analizado por el Instituto Municipal del Alimento, que estableció que "el líquido contenía gran cantidad de sedimentos que no era propios del producto".
En tanto, el juez Fabián Belizia, titular del Juzgado Civil y Comercial que dictó el fallo, estableció durante el proceso que "el cliente sufrió un ardor estomacal crónico por el que debe tomar diariamente un medicamento".
Deberán pagar 30 mil pesos entre capital e intereses, pero el denunciante y su abogado defensor apelarán el fallo ya que consideran que deben recibir una cifra superior.