Con solvencia defensiva y bien apretadas las últimas dos lÃneas de cuatro, Ferro partió, como es su costumbre, asegurando el balón y tratando de ser profundo con VÃctor López y Luis Salmerón arriba.
Justamente el "Pupi" fue quien abrió la ilusión "verdolaga" apenas transcurridos tres minutos, al convertir un tiro penal que se le escapó de entre las manos al arquero César Taborda.
Empero no se conformó con eso el conjunto local y fue por más, en búsqueda de refrendar en el marcador la superioridad que exhibÃa en el juego.
Pero su ineficacia ofensiva le iba a jugar una mala pasada a los dueños de casa, porque cuando las victorias se merecen pero no se concretan, pueden terminar convirtiéndose en derrotas inexplicables o empates inmerecidos.
Y esto último fue lo que padeció Ferro, porque cuando parecÃa que todo se podÃa encaminar hacia un triunfo y el transitorio posicionamiento en el primer puesto de las posiciones junto a Los Andes, que el jueves enfrentará a otros de los escoltas, Patronato, apareció Milla con un potente derechazo que se clavó en el ángulo superior izquierdo.
Iban 33 minutos del segundo tiempo y en lo que quedaba quiso remedar Ferro esa impotencia ofensiva que le impidió sumar de a tres, pero siguió careciendo de punterÃa y asà sufrió la injusticia de un empate que debió ser victoria para el equipo de Guillermo Broggi, que tuvo en el volante uruguayo Julio Mozzo a la figura de la noche.
Por el visitante fue buena la prestación del arquero César Taborda, quien por esas paradojas del destino, fue suplente del hoy guardavallas de Ferro, Damián Albil, en aquel partido por la final del mundial de Clubes de 2009 que Estudiantes de La Plata perdió en tiempo suplementario ante Barcelona, por 2 a 1, con gol señalado por Lionel Messi con un "pechazo" de balón. Otros tiempos y "otro mundo", en un fútbol que siempre gira hacia destinos impensados.