La caída en las cotizaciones de la nueva cosecha estuvieron impulsadas por los reportes de rendimientos que surgen del tour anual por la principal zona productiva estadounidense y que ratifica la perspectiva de una muy buena campaña.
Al cierre de la sesión en el piso de Chicago, los futuros a noviembre rebotaron desde ese mínimo para cerrar en u$s 381,4 la tonelada, 1,4% menos que el cierre previo.
La retracción en Chicago impactó en los negocios locales. Las bajas se dieron tanto en las cotizaciones de la soja disponible como las posiciones a cosecha (mayo ‘15) que tocó un nuevo mínimo para el año: u$s 257,5 la tonelada. La disponible sobre Rosario, en tanto, quedó a u$s 291,5 la tonelada, lejos de despertar interés de los productores para deshacerse de su mercadería.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, al 6 de agosto pasado, la exportación y la industria llevaban compradas 29,3 millones de toneladas.
Con una cosecha cerrada en 55,5 millones de toneladas (como lo estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires), hasta ahora los productores vendieron 52,8% del volumen total.
La tendencia bajista para los precios de la soja arrancó a mediados de julio, ante los primeros indicios de que habría sobreoferta del poroto en el año agrícola que arranca en apenas 15 días.
Un impacto de la caída de precios fue la cuasi paralización de las ventas locales, también afectadas por el escenario cambiario y el default. Economía & Regiones dio cuenta ayer que en la primera quincena de julio el Fondo Federal Solidario (FFS) creció apenas 1% interanual, hasta $ 670 millones, lo que evidenciaría una baja interanual de las cantidades exportadas.