Sociedad El increíble relato del joven

Fue a pescar, estuvo tres días a la deriva y terminó con principio de hipotermia

Un chico de Santo Tomé fue a pescar por primera vez y la experiencia pudo terminar de manera trágica. Se perdió, estuvo tres días a la deriva y recorrió más de 70 kilómetros, con la canoa averiada y un solo remo. Su lucha contra el río.
Andrés apareció 5 kilómetros antes de Coronda.
Foto: Andrés apareció 5 kilómetros antes de Coronda.
Crédito: (El Litoral).-
Un chico de Santo Tomé fue a pescar por primera vez en su vida y lo que parecía una experiencia para el recuerdo quedará en la memoria de los Arriola como una pesadilla que pudo terminar de manera trágica.
Ir a pescar es una de las actividades que los hombres más disfrutan. Tomar el cause de algún río y esperar que el pique sea bueno para fanfarronear entre amigos y conocidos. Dos chicos de Santo Tomé fueron con esa intensión pero algo no salió y bien y uno de ellos pasó el peor fin de semana de su vida.
El peligro en el río
Andrés Daniel Arriola, un joven santotomesino de 18 años, es quien fue a pescar con un amigo al río Salado. Planearon hacer una pesca con espinel pero las condiciones climáticas fueron adversas, su amigo reculó y no quiso meterse en las aguas del Salado a la vera del Relleno Sanitario de Santa Fe -1,7 kilómetros al oeste de la autopista Santa Fe-Rosario- en el barrio Los Troncos.
En diálogo con El Litoral, Arriola rememoró que el amigo tenía miedo de ir (a pescar) y él se "mandó solo". "A mí no me dio miedo", dijo el joven. Pintaba como una historia anecdótica pero se complicó todo antes que salga el sol del 8 de junio.
Flota el balde con el que sacó agua durante tres días. Foto: El Litoral
Pelear contra el agua
Un viernes frío y con viento, lo que hacía que el Salado esté complicado para navegarlo. Al rato de encarar la travesía, "se me rompió el remo" dijo Andrés y quedó con una sola pala para afrontar la corriente.
En ese momento, Arriola se dio cuenta que estaba a la deriva, solo y luchando contra la corriente. Tenía puesto un short, un buzito y botas de goma sin medias. La primera reacción que tuvo fue anclarse en una isla para evitar seguir yendo aguas abajo, cada vez más lejos de la costa del Relleno Sanitario.
Para empeorar las cosa, al tratar de controlar la canoa con un sólo remo, choco un árbol que le hizo "dos agujeros" al casco y por las inclemencias del tiempo se le dio vuelta cuatro veces la canoa.
Tres días a la deriva
Con las primeras horas de sol del viernes pasado, el amigo entró en un estado de desesperación porque Andrés no volvía. Avisó a la familia y el padre del joven náufrago radicó la denuncia en la subcomisaría 12 del barrio del oeste santafesino. Mariela, tía de Andrés aclaró que cuando se denunció la desaparición del adolescente, los efectivos policiales "no le creían por la edad de Andrés y se tuvo que hablar bien en serio con los funcionarios".
Los peores días
Andrés le dijo a El Litoral que fueron los peores días de su vida, "no supe cuantos días pasaron pero para mi fue una eternidad". Con la canoa averiada se dedicaba a sacar agua del casco con un balde, y de tanto baldear se lastimó las manos y los pies.
"Nadie me ayudaba, pensaban que me había robado la canoa. Yo gritaba ayuda y se daban vuelta", se lamentó Andrés que mientras estaba luchando contra el Salado pensaba en su hermano menor y su papá, en lo mal que la podían estar pasando.

Peor la pasaba él, estuvo tres días sin comer, con las manos y los pies rotos, sufriendo de principio de hipotermia. No hacía más que sacar agua de la canoa y tomar agua del río, llegó a comer hojas para tratar de calmar el hambre; cuando se quedaba dormido, saltaba del susto al sentir el agua subirle por las piernas y de nuevo comenzaba con el balde.
Horas de agonía
La tía de Arriola dijo en diálogo con El Litoral que la policía lo buscó por tierra el viernes hasta la noche y dejaron la búsqueda por falta de luz, el sábado "empezaron de nuevo y al no encontrarlo entraron en acción los Buzos Tácticos de la policía y también la Prefectura".
Los resultados de la búsqueda fueron negativos, la familia entró en un momento de angustia y ya pensaban que Andrés estaba muerto. "Las posibilidades de vida eran nulas pero queríamos encontrar el casco de la canoa, el cuerpo. Pasamos mucha agonía", aseguró Mariela.

El último manotazo de ahogado de la familia fue hacer una publicación en Facebook para viralizarla. Gracias a esta ayuda virtual un soldado que había visto el posteo vió pasar, desde el Batallón de Ingenieros de Anfibios 121 de Santo Tomé, a Andrés. Iba por el medio del cauce del Salado y avisó a la familia Arriola.
Con estos datos la familia se contactó con un vecino que es comisario, en un gesto de ayuda por parte del efectivo, se contactó con Prefectura solicitando que realicen la búsqueda de modo inverso; que comiencen a "subir" de Coronda hacia Santo Tomé.
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