Política Tiene más de 4.000 amigos en Facebook y lo usará para misionar en Paraná

Puiggari negó haber reivindicado la dictadura y propuso una “reconciliación en la Justicia”

El monseñor dijo condenar “toda muerte, mucho más lo que sea tortura y Terrorismo de Estado”, al aclarar ante Elonce TV sus dichos sobre Tortolo, y se pronunció por “dejar el pasado en manos de la Justicia”.
El flamante arzobispo de Paraná Juan Alberto Puiggari brindó una conferencia de prensa esta mañana, a 24 horas de haber arribado a Paraná, en el marco de la cual confirmó que no instrumentará cambios en lo inmediato, sino que estudiará y apoyará la tarea desarrolla por Mario Maulión. “Yo soy un eslabón más de la historia de la Iglesia, como Maulión”, apuntó.

En tanto, el monseñor se refirió a la polémica que generó meses atrás, cuando habló del obispo que lo ordenó, Adolfo Tortolo, ligado al accionar de la última dictadura militar, como de “un hombre muy de Dios, en una época tremendamente complicada”. A la vez que sostuvo que “hace falta tiempo de la historia para poder juzgar todos los hechos, pero (Tortolo) era un hombre muy preocupado por la situación que le tocó vivir”.

“Lamento mucho que generara polémica, porque simplemente relaté un hecho histórico”, comenzó diciendo sobre el tema. “Creo que es urgente la reconciliación en la Justicia. No voy a dar un paso para crear más antinomia. Todo el pasado, que la Iglesia no pretende taparlo, hay que dejarlo en manos de la justicia. Yo me tengo que ocupar del presente”, lanzó ante Elonce TV.

“Le pido a Dios que de una vez por todas se solucionen todos estos temas pasados, que podamos mirar de frente una Argentina nueva. Creo que hace falta la justicia, y me gustaría una Justicia mucho más rápida”, dijo también, y consideró que los hechos “no se solucionan poniendo un manto de oscuridad. Y uno le pediría a Dios que el Poder Judicial encuentre métodos para solucionarlos prontamente y podamos mirar hacia delante”.

“Cuando me fui de acá, en 2002, todo esto no estaba así. Pero la historia atrae polémica, y por eso el mejor aporte que puedo hacer es el silencio, dejar que la Justicia actúe y crear siempre un manto de paz, de diálogo, de comprensión con los que han sufrido y de tratar de superar las heridas de una historia muy dolorosa”, continuó.

Igualmente, Puiggari recordó que en el 2000, en un acto en Córdoba, con la presencia de todo el Episcopado, el ahora cardenal Estanislao Karlic “pidió disculpas por las negligencias y los silencios”. Y reiteró que para “las revisaciones históricas, que siempre hay que hacerlas, hay que dar más espacio histórico”.

“En algún momento habrá que hacer una historia de la Iglesia de Entre Ríos hasta el 2000, pero hay que dar tiempo y personas idóneas”, apuntó al respecto, al tiempo que remarcó que “la Iglesia no le tiene miedo a los archivos, pero la Santa Sede tiene mucho cuidado y va abriendo archivos cada 50 años”.

“A Tortolo lo conocí de chico. Él me ordenó. Qué puedo tener de agradecimiento a alguien que me ordenó”, se preguntó más adelante el monseñor, que comentó que pedirle su apreciación es “como pedirle a los jóvenes que abran juicio sobre esa época que se vivió”.

A la par, Puiggari al referirse a la última dictadura militar en la provincia, planteó: “Entre Ríos, la primera parte del conflicto, fue un lugar sereno. Yo vivía estudiando en el Seminario sabiendo lo que pasaba en el mundo, pero no teníamos radio, Internet, ni la televisión. No existía nada de eso, y uno vivía sufriendo por lo que se enteraba, pero sin datos conocidos”.

Inclusive reveló: “En mi familia tengo parientes que han desaparecido y han muerto, entonces no me era un tema indiferente, pero lo vivía a los 20 años y con la cultura que era más aislada que hoy”.

Para cerrar este tema, Puiggari pronunció: “Le pido a Dios que no me encuentren en una frase que invite a la violencia, a la rebelión o a la venganza, porque en Argentina necesitamos superar este clima de irritabilidad y de agresividad”. Y volvió a insistir: “Yo no reivindico nada, condeno toda muerte absolutamente, mucho más lo que sea tortura y terrorismo de Estado y defiendo la vida a ultranza, de cualquiera de quien piense en las antípodas que pienso yo”.

El monseñor y Facebook

El monseñor destacó que uno de los contactos con los feligreses católicos lo mantiene por Facebook, adonde tiene más de cuatro mil amigos. “Es un medio fabuloso, también con sus peligros”, manifestó, pero consideró que “el desafío de la Iglesia hoy es misionar hasta el último confín de la Diócesis e ir a todas las ágoras nuevas”.

En ese sentido señaló: “Hay que estar en la Iglesia para llenarnos de fuerza y del amor de Jesucristo, y hay que salir hasta los confines de la Arquidiócesis de Paraná”. Y planteó que su idea es “ser itinerante”. No obstante, aclaró que no les pedirá a los sacerdotes que se creen una cuenta en la red social, porque “hay que tener cierta mentalidad y preparase”.

Igualmente subrayó que usa Faceebok “para la tarea exclusivamente sacerdotal”, lo que le ha dado “un gran resultado” en Mar del Plata, y espera que suceda lo mismo con la gente de la capital provincial. Elonce.com
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