Todo comenzó el viernes, cuando el hombre se encontraba comiendo con su hija. “Estaba manipulando la aplicación Whatsapp y en ese momento me apareció un cartel de una actualización. Le pregunté a mi hija sobre lo que podía ser y me dice que le dé OK, que después veíamos de que se trataba. Seguimos almorzando”, expresó.
Según contó Diego, al rato vuelve a tomar su celular y tenía un SMS de un amigo que “me preguntaba si yo había cambiado el número y si estaba vendiendo dólares por alguna urgencia. Mi amigo, había recibido un mensaje donde le pasaron una cuenta del banco y aclaraba que la mía había tenido un problema y por eso pasa otros datos. Además, el mensaje que recibió decía que al otro día le llevaba personalmente el dinero”.
La víctima no tenía acceso a ninguna de las aplicaciones de su celular. Solos podía hacer llamadas telefónicas. “Al poner aceptar la actualización, habilité que los estafadores tengan dominio de toda mi información”, dijo. A su vez, el hombre señaló que “luego de cinco horas pude recuperar mi cuenta de Facebook y alertar a mis contactos de lo que me había pasado, ahí supuse de lo que se trataba”.
La cuenta bancaria que pasaban en los mensajes estaba a nombre de una joven de Buenos Aires. “Según averiguamos se trata de una chica de 19 años, que integra una red delictiva en varios países como Argentina, Brasil y Venezuela”.
Afortunadamente, “hasta el día de hoy no cayo nadie de mis conocidos”. Diego, quiere alertar a la ciudadanía para evitar este tipo de estafas.
Hackeo cuenta bancaria
Además, Diego contó que en su teléfono celular tenía dos aplicaciones con cuentas bancarias. “Con el objetivo de tener toda la información a mano, en el directorio del celular tenía todas las claves de las cuentas bancarias y las contraseñas”.“En un banco pudieron ingresar y se transfirieron más de 100.000 pesos. Por suerte, en la otra cuenta no entraron”. Este martes, Diego recibió una respuesta favorable del banco “fui con toda la documentación y entienden que los movimientos no eran legales”.
Amenazas
El hecho sucedió durante la siesta del viernes. Diego, junto a dos amigos, estuvieron todo el fin de semana realizando averiguaciones y concurriendo a diferentes dependencias policiales. “Realicé la denuncia en Comisaría Segunda, también me presenté en la División de Delitos Económicos”, comentóLejos de calmarse la situación, la victima comenzó a recibir amenazas de otro teléfono hackeado. “El sábado estaba mirando el partido de Argentina, y me comenzaron a llegar mensajes, de un numero de Buenos Aires, me decían que tenían información privada: fotos, videos, contactos”.
“Me advertían que, para no difundir la información, tenía que ir al banco y depositar cierta cantidad de dinero para devolverme mis datos. Yo sabía que era mentira, así que bloquee el número, al rato me mandan de otro teléfono. Realice nuevamente las denuncias contra estos números”, finalizó. Elonce.com