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Corriendo sin límites: joven y su amigo en silla de ruedas compitieron en el Triatlón de La Paz

Marcos Gómez y Mauro Sarubi, se unieron gracias al deporte. Estos amigos con un lazo inquebrantable dialogaron con Elonce donde compartieron su historia de superación y amor por la competencia.
En el mundo del deporte, a menudo encontramos historias que trascienden las fronteras de lo convencional y nos inspiran. La historia de Mauro Sarubí, quien padece de parálisis motriz por hipoxia, y Marcos Gómez, su amigo. La dupla dialogó con Elonce mediante una entrevista en donde conocerás precisamente una de esas narrativas llenas de valentía, amistad y superación.

Marcos Gómez, guardavidas de Patronato, y Mauro Sarubí, socio del club, comenzaron su viaje juntos en las piletas de la institución. Marcos contó cómo surgió la idea de correr juntos: "Mauro me vio con una remera del triatlón de La Paz, toda mi familia es de ahí, y él estaba loco porque corriéramos juntos. Su mamá se dio cuenta y aunque no le convenció mucho la idea, al fin de semana siguiente corrimos 5 km". Así nació una amistad que se convertiría en una fuente de inspiración.

"Corríamos con una silla que no correspondía, una silla de ruedas, pero con una colecta pudimos conseguir una silla correspondiente para poder correr en La Paz. Llevó tres meses fabricar la silla porque tenía que ser a su medida y la mía", contó acerca de sus inicios.
Corriendo sueños, y triatlones

La dupla emprendió el desafío de participar en múltiples triatlones en Argentina, incluyendo el prestigioso Triatlón Internacional de La Paz y la media Maratón de Buenos Aires. Marcos destaca la experiencia única de correr con Mauro: "Cuando corro con él, no se mira la hora y es un disfrute constante. Mis viejos me enseñaron a caminar, yo aprendí a correr, y Mauro me enseñó a disfrutar y correr de otra forma".

"Todos piensan que yo le cambie la vida a Mauro, pero él me enseñó muchas cosas y me la cambió a mí la vida. Aprendí a disfrutar del día a día y las cosas sencillas", aseguró a Elonce.

"El monto de la silla era altísimo, y logramos llegar. Queremos seguir corriendo y encontrar sponsors. Queremos sumar a mucha gente con ganas de ayudar, hay muchos 'Marcos' y 'Mauros' en el mundo", compartió Marcos, resaltando la importancia del apoyo en su travesía.

Acerca de su relación, enfatizó:"A Mauro lo adopté como hermano, representan mucho en mi vida, me pone muy contento todo lo que está logrando"
Un vistazo a la vida de Mauro

Silvia, la madre de Mauro, nos brinda una visión conmovedora de los desafíos que enfrentaron: "Mauro nació por una mala praxis, la faltó oxigenación al momento de nacer, se le produjo en hipoxia perinatal y siempre estuvo en rehabilitación. Por razones económicas, en 2001, cuando estaba a punto de caminar, tuvimos que cortar la rehabilitación."

"Con la rehabilitación cortada, el doctor me propuso llevarlo a una Clínica de neurorehabilitación intensiva de 8 horas. Solo eran dos opciones, le daba una mejor vida a mi hijo o mi vida personal y profesional. Yo tenía posibilidades de llegar a ser directora de primera categoría, pero dejé todo y nos fuimos", compartió la mamá de Mauro.

Con respecto a los primeros años de Mauro en la clínica, dijo: "El primer año fue de rehabilitación intensiva, al año siguiente hicimos una interacción para una integración social. A fines de 2008 ingresa En la clínica una artista plástica que le había dado un ACV y la había dejado sin habla y con poca movilidad, se conectó con Mauro de una manera inexplicable y se entendían solo con la vista".
De la pista al lienzo

Mauro, además de ser un apasionado triatleta, es un talentoso pintor. Pinta con la boca y crea obras hermosas que reflejan su fuerza y creatividad. Guiado por una artista plástica con párkinson, descubrió su amor por la pintura. Silvia, su mamá, compartió este hermoso capítulo: "Ella tenía párkinson y solo dejaba de temblar cuando le ponían el lápiz en la mano, lo acompañaba a todos lados y a Mauro le dieron ganas de pintar".
"Una tarde me dijeron que tenía que seguir en el consultorio porque se había portado mal, pero lo dejaron pintando, pintó todas las cosas que veía a través de la ventana", Mauro pintó paisajes que veía desde la ventana, demostrando su creatividad y determinación.

"La primera vez que le di la silla a Marcos estaba con el corazón en la boca, pero ahora estoy agradecida", concluyó Silvia.

Un futuro de carreras y oportunidades

Marcos resumió la necesidad de apoyo en su travesía: "Queremos seguir corriendo y encontrar sponsors. Queremos sumar a mucha gente con ganas de ayudar, hay muchos 'Marcos' y 'Mauros' en el mundo." Ambos alientan a seguir su historia en Instagram para impulsar su causa.
En un mundo donde los obstáculos se convierten en escalones hacia el éxito, Mauro y Marcos demuestran que la verdadera fuerza proviene de la amistad, la superación personal y la pasión por vivir plenamente. Su historia es una invitación a todos a unirse a ellos en esta increíble travesía.

En esta nota

Mauro Sarubi Triatlón Internacional de La Paz

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