A los 21 años y con apenas algunos minutos en un amistoso ante Universidad de Chile, el volante se va tras un año en que tuvo continuidad en la Reserva pero prácticamente ninguna en la Primera División.
Como no tenía contrato que lo atara a Núñez, Mauro Burruchaga se va sin dejarle rédito económico a River, que solo podrá obtener un resarcimiento a través de una eventual futura venta.