Entre los antecedentes de las lesiones de Di María en la selección, se destaca la distensión en el 1-1 ante Venezuela por las Eliminatorias de Rusia 2018, en el Monumental, y el desafortunado episodio físico que le impidió jugar las semifinales ante Holanda y la final del Mundial de Brasil 2014 frente a Alemania, luego de sufrir un desgarro en el partido por los cuartos de final ante Bélgica. Aquella victoria quedó un tanto empañada por su lesión y el volante se fue llorando del estadio, antes de conocer los estudios.
A este escenario hay que sumar las dos definiciones ante Chile en las últimas Copas América, en Santiago (2015) y Nueva Jersey (2016). En la primera debió salir en el encuentro decisivo ante los trasandinos, mientras que en la segunda de Estados Unidos se lesionó en el partido frente a Panamá, en el segundo encuentro en la etapa de grupos. Esta lesión en el aductor derecho lo dejó sin competencia hasta la final, en la que disputó 56 minutos disminuido físicamente, hasta ser reemplazado por Matías Kranevitter.