- ¿Qué fue lo primero que te vino a la mente después de marcar el gol del tÃtulo ante Alemania?
-Cuando marco el gol y me voy para el lado derecho donde estaba el juez de lÃnea, nicaragüense creo (se refiere a Berny Ulloa), yo me arrodillo mirando al cielo y en ese momento de tantas imágenes y tanto recuerdo, un poco lo que hice fue mirar hacia arriba y decirle un poco a mi viejo, al que no le gustaba el fútbol, "y pensar que vos no lo querÃas al fútbol, no querÃas que jugáramos siendo tantos hermanos que jugábamos al fútbol y lo hacÃamos bien" y después, la felicidad, esa felicidad única que cuesta transmitir en palabras, pero que significa hacer un gol y que te de la posibilidad de salir campeón del mundo. - Jorge Valdano dijo que vos eras de los que menos hablaban, pero que en el momento de sacar del medio después del gol del 2-2 para los alemanes, se sorprendió que cuando él y Diego Maradona estaban callados, apareciste para preguntarles si estaban bien y les dijiste "se lo ganamos". ¿Fue asÃ?
- SÃ, eso fue cuando Ãbamos hacia la mitad de la cancha. En ese trayecto, Diego iba insultando por cómo nos habÃan empatado, Valdano iba un poco más atrás, pero no era que yo estaba más seguro... Con Diego Ãbamos hablando y como vi que Valdano nos miraba (se rÃe) le dije "ahora vamos y les ganamos, hacemos el tercero". Y esa es la confianza de un equipo que increÃblemente se vio en un 2-2 en un partido que estaba bastante controlado, pero era también la seguridad, la confianza, la garra que tenÃa ese equipo de estar empatando una final increÃble y querer ganarla y no como en muchos casos, ir al alargue. Quisimos ganarlo y lo ganamos. Por eso le dije a Valdano, que estaba preocupado, que lo Ãbamos a ganar y enseguida a Diego le dijo casi lo mismo.
- ¿Qué hablaron con Diego de esta jugada con el paso de los años?
- Nunca, nunca. Nunca hablé con Diego de esta jugada. Siempre me convencà de que tenÃa que ser gol. Cuando Diego me pone la pelota esa, yo voy en diagonal, no miré para ningún lado. Me fijé en el arco, me fijé en la ropa de Schumacher. Nunca pensé otra cosa que en que fuera gol, estaba muy seguro, no dudé nunca en ese trayecto de 40 metros. Sà esperaba por cómo podÃa salir Schumacher. Salió con las piernas hacia adelante, me dio la posibilidad de picársela por entremedio de las mismas pero nunca dudé.
- Si tuvieras que definir cómo te marcó ese gol, ¿qué dirÃas?
- Mirá, no me cambió la vida. Sinceramente, no me cambió la vida. Seguà siendo el mismo y de hecho, al poco tiempo seguà jugando en Francia. Sà que el reconocimiento de la gente en estos 35 años en Argentina y en el mundo, aunque por sobre todo en Argentina, con los recuerdos y las anécdotas, es lo lindo que te queda de esto y es lo que Bilardo siempre nos dijo, que si ganábamos el Mundial se iban a acordar de por vida de nosotros y bueno, esto es lo que está ocurriendo porque lamentablemente Argentina no volvió a salir campeona, y desgraciadamente ante varias posibilidades que tuvimos y hoy lo nuestro sigue siendo histórico.
- ¿Tuviste la oportunidad de volver a ver a Briegel o a Schumacher?
- Lo vi a Schumacher, que vino a jugar un torneo a Mar del Plata. Yo creo que estaba con el Nantes y en aquel tiempo hicimos una nota, no recuerdo si para "El Gráfico" o un diario, y charlamos del partido y del gol y de todas esas cosas que él recordaba, pero reconociendo que habÃamos sido dignÃsimos campeones del mundo. - En aquella corrida hacia el gol, Briegel casi te alcanza. ¿Te dio tiempo a pensar en una estrategia o todo fue instintivo?
- Es que yo nunca me di cuenta de que a Briegel lo tenÃa atrás. Por eso yo siempre miré para adelante, y mismo después Valdano -al que tampoco vi- me dijo que no me quiso perturbar porque en situaciones similares por ahà uno mira hacia los costados o para atrás para ver qué pasa. Yo siempre pensé que iba solo, por eso la toqué dos veces con la pierna izquierda confiado de que venÃa solo (la pelota picaba muy mal en ese campo) y cuando le pego a la pelota me doy cuenta, cuando va hacia el arco, por el empujón que me da, que Briegel no me llegó a alcanzar, pero yo siempre tuve la mirada hacia adelante y no pensaba en otra cosa que no fuera que terminase en el gol que terminó.
- ¿Es verdad que "Checho" Batista te decÃa cuando estaban en el piso festejando que se quedaran allà para que el tiempo pasara?
- Sin duda. Sin duda. En ese momento, lo único que querÃamos todos era que el partido terminara ya mismo asà que aprovechó que estábamos entre nosotros y nos dijo eso.
- ¿Fue el dÃa más feliz de tu vida?
- Imaginate que para un futbolista, el objetivo más importante, más difÃcil, es jugar en la selección nacional y en un Mundial, jugar para tu paÃs, ponerse esa camiseta es algo único. Y ganar una Copa del Mundo, ni hablar. Entonces, el haberlo logrado, sobre todo en esos dos meses de "México 86", por más que me tocó volver a jugar una final cuatro años más tarde en "Italia 90", por el hecho de haber sido campeones, fueron los dos meses más felices de mi vida. Yo creo que ningún jugador te puede decir otra cosa. Cuando vos lográs realizar ese sueño imposible de cualquier carrera, y en este caso en el fútbol, por lo que significa el fútbol para nosotros, esto es insuperable y no es fácil. Pensá que somos apenas 43 futbolistas los que hemos ganado un Mundial para Argentina, con toda la rica historia que tenemos en el fútbol. Tal vez eso lo diga todo.