"Le dimos las primeras asistencias, no podíamos creer que un bebé estaba dentro de una bolsa de basura", contó Laura a TN. "Estaba helado, entonces prendimos la hornalla y con mi vecina le empezamos a sacar la basura. Cuando abrimos la bolsa para sacársela y cambiarla por una sábana limpia, cayó una tijera grande que estaba pegada al cordón umbilical del bebé", contó estremecida la mujer.
Llamaron a la ambulancia, pero no llegaba, entonces fueron a la salita del barrio. Ahí consiguieron que dos patrulleros los escoltaran hasta el hospital Hospital Evita. "Cuando lo puse contra mi pecho se calmó. Las chicas me contuvieron un montón. Pero cuando lo tuve que entregar en el hospital me puse a llorar porque no podía creer lo que había pasado", relató Laura.
Por el momento, gracias a la intervención de los médicos el bebé se encuentra fuera de peligro. Pesa 2,589 kg y los vecinos decidieron llamarlo "Tomasito" en nombre de un sobrino que falleció a los dos años. "Sufrió un cáncer terminal, pero la luchó hasta el último día. Fue un guerrero, y este bebé también se aferró a la vida y luchó desde el principio", explicó con orgullo.