Al grito de "quema de barbijos" y "no a los barbijos", los manifestantes se grabaron en ronda y con aplausos sacándose el tapabocas y dejándolos en una olla con fuego. El video se difundió rápidamente en Twitter y el propio canciller argentino los trató de "primitivos, autodestructivos y mezquinos".
"Quemar barbijos y exhortar a quemarlos es primitivo, autodestructivo y mezquino. Pone en riesgo a los demás y es una falta de respeto al personal de salud que arriesga su vida todos los días", escribió Felipe Solá en su cuenta.
Como el funcionario, muchos usuarios también criticaron el accionar de los manifestantes, haciendo referencia a la dramática situación que vive el sistema sanitario en el país y las advertencias que la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva hizo días atrás, a través de un comunicado.
"Los médicos, enfermeros, kinesiólogos y otros miembros de la comunidad de terapia intensiva sentimos que estamos perdiendo la batalla. Sentimos que los recursos para salvar a los pacientes con coronavirus se están agotando. La mayoría de las unidades del país se encuentran con un altísimo nivel de ocupación. Los recursos físicos y tecnológicos son cada vez más escasos", explicaban en la carta abierta publicada.