Recorrido de un paciente sospechoso de COVID-19 en el Hospital Militar de Paraná
Y continuó: "Si el paciente está en buen estado general pero es caso sospechoso, puede determinarse su internación hasta que se confirme si es COVID-19 positivo". "Quien eventualmente acompañe al paciente, debe esperar afuera del área de Recepción y Evaluación hasta que se determine su conducta; en caso que tenga que ser internado, el paciente queda aislado", aclaró Redondo.
Una vez que se determina la internación del paciente sospechoso para COVID-19, éste es trasladado en ambulancia hasta "una de las habitaciones dispuestas para pacientes sospechosos de coronavirus".
"Inicialmente, tenemos cuatro habitaciones con oxígeno y aspiración central; en caso que haya más pacientes, se ampliará la capacidad de las 14 salas que tienen capacidad para 25 camas", adelantó Redondo. El Hospital Militar de Paraná cuenta con una sala de Terapia Intensiva con una capacidad de "siete camas con siete respiradores funcionando".
En la oportunidad, el responsable del nosocomio aseguró que "está restringida la atención de consultorios externos, cirugías programadas y todo lo que pueda esperar para su tratamiento". "Se capacitó al personal para el uso y colocación de los equipos de protección. Y se dividió al personal, médicos y enfermeros, en equipos de trabajo, de manera que una semana trabaja un equipo y a la siguiente, el otro; porque si en caso que un paciente COVID-19 produce un contagio al personal de salud, ese equipo que tiene que estudiarse y hacer la cuarentena, es reemplazado por el otro equipo que inmediatamente toma la posta", detalló el directivo del nosocomio. "Hemos recibido pacientes sospechosos para COVID-19, pero los estudiados dieron todos negativos; fueron cuadros de insuficiencias respiratorias por otra causa", aclaró Redondo al valorar que "con todas las medidas tomadas, el pico que se espera se ha ido corriendo en fecha y solo van apareciendo casos esporádicos".
"En Entre Ríos tenemos pocas incidencia de casos", resaltó. (Elonce)