El trabajo de una tortuga para depositar sus huevos en lugar seguro
Un singular hecho fue descubierto esta mañana por personas que "trotaban" en el Parque San Carlos de Concordia. Lejos de intervenir en la naturaleza, los corredores se contactaron con un guardia parque para monitorear la situación.
En las lomadas
Una tortuga realizó un gran trabajo para cavar un hueco en la tierra y poder depositar sus huevos a la sombra de un Jacarandá. Marcelo Cortiana, uno de los trabajadores del Parque San Carlos, dijo a Elonce que "me dijeron que habían visto una tortuga y pensaron que andaba perdida. A veces pasa que salen del agua, las asusta algún animal y se pierden. Nosotros, las buscamos y la devolvemos al borde de la laguna", explicó el guardia parque y agregó que cuando la encontró, en una de las lomadas, estaba haciendo un hueco para poner sus huevos y después, lo vuelven a tapar para que se incuben.Lejos del agua
La escena llamó la atención por el lugar elegido por la tortuga para depositar sus huevos, ya que se trata de una tortuga de agua, las cuales acostumbran hacerlo en cerca de los espejos de agua donde habitan.La tortuga en cuestión es una tortuga tigre o tortuga pintada de río, reveló el especialista. "Son las más comunes que tenemos en la región, pero son hermosas por la variedad de colores que tienen", dijo a Elonce.
Trabajo impresionante
"Es un trabajo impresionante que hacen con sus patas traseras. Y a veces, uno se pone a pensar que para hacer un hueco con la pala cuesta, y este animalito tan pequeño, lo hace en la tierra con las patas. Agujerear la tierra remozada de las lomadas, es un gran trabajo", afirmó Cortiana a Elonce y contó que "hizo un pozo considerable para poner sus huevos en una de las lomadas. Esto es un motivo para cuidar la naturaleza", remarcó el guardia parque.En 1903 la Argentina se convirtió en el tercer país de América en impulsar el desarrollo de áreas protegidas. Hoy celebramos un nuevo aniversario de Parques Nacionales y continuamos trabajando para honrar el legado del perito Moreno.
La historia de nuestras áreas protegidas comienza hace 114 años, cuando el perito Francisco Moreno cedió a la Nación tres leguas cuadradas (unas 7500 hectáreas) de su propiedad ubicadas en cercanías de Laguna Frías y Puerto Blest, al oeste del lago Nahuel Huapi, con el fin que fueran "consagradas como parque público natural", tal como escribió en la carta de donación fechada el 6 de noviembre de 1903.