La investigación demoró dos meses y concluyó con ocho allanamientos. Siete de ellos en el Conurbano bonaerense y uno en Capital Federal. "El departamento de Delitos Federales se puso a investigar luego de notar que en varias publicaciones de sitios de venta por Internet ofrecían jabón líquido con la etiqueta de la marca Ariel por un costo bastante inferior al de mercado", explicaron fuentes de la investigación. La diferencia resultaba evidente ya que ofrecían dos bidones de 3 litros a 150 pesos cuando, normalmente, cuestan el doble.
Si bien en un primer momento apuntaron a una posible infracción a la ley de marcas y designaciones (la Nº 22.362), ahora se analiza si también cometieron un delito ambiental teniendo en cuenta que utilizaban y habían derramado en las napas de agua nonilfenol etoxilado, un químico nocivo para la salud.
Según se desprende del informe policial al que accedió Clarín, en dos de los domicilios (uno ubicado en Arturo Illia al 4000, Malvinas Argentinas; y otro en Avellaneda al 2700, Moreno) se fabricaba el producto. En este último, encontraron que además de Ariel trucho elaboraban jabón y suavizante falsificado de otras marcas: Vívere, Skip, Confort y Ace.
Como parte del mismo procedimiento, ordenado por el Juzgado Federal Nº 3 de Morón y en el que intervino personal de Delitos Ambientales, hallaron otros seis locales en los que se comercializaba el producto. En Toll al 2700, Barracas; El Parque al 1000 y Perón y Tucumán, Tres de Febrero; Granaderos al 100 y al 200, Hurlingham; y Arturo Illia al 10.000, Malvinas Argentinas. Siete personas fueron demoradas aunque, a las pocas horas, recuperaron su libertad.
Según el detalle del documento interno de la Policía, el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), que depende de ANMAT, advierte que "estos productos adulterados tendrían un cóctel de sustancias químicas que podrían causar cáncer, problemas respiratorios, irritación de los ojos y trastorno del sistema endócrino". Además, alertan sobre la posibilidad de que dichas sustancias contaminen las aguas y dañen el medio ambiente. En el mismo informe, afirman que encontraron otro componente llamado lauril sulfato de sodio, que es una sal sódica "irritante y muy corrosiva para la piel".
Elda Cargnel, jefa de toxicología del Hospital Gutiérrez, dijo que el nonilfenol etoxilado es un "disruptor endocrinológico que tiene propiedades parecidas a los estrógenos y puede ocasionar una disminución de esperma" aunque aclaró que sus efectos dependen mucho de "las cantidades en las que se use". Según la experta, también puede generar irritación en la piel, los ojos y las vías aéreas.