Ser de Crespo, estar en Crespo quiere decir, en algún sentido, cargar el mate, unas facturas y si es domingo, alrededor de las 5, subirse al auto en familia y tomar ese circuito marcado a fuego en el mapa de la ciudad.
Pues resulta que la costumbre supone peligros. Y que habrá que amoldar ese hábito a caminos alternativos. Así lo dispuso la Dirección Nacional de Vialidad y el gobierno municipal intentará hacerlo cumplir.
Paralelo 32, dio cuenta de la medida. Se precisó, para quienes no conocen la costumbre que es frecuente los domingos "el clásico paseo de la vuelta del perro que conduce a cientos de automovilistas por el acceso Avellaneda, para realizar el giro en U sobre la Ruta Nacional Nº 12 y volver a ingresar a la ciudad, es un hábito muy arraigado cuyo impedimento lleva adelante el municipio, por pedido de Vialidad Nacional".
"La presencia de inspectores, los domingos a la tarde sobre un extremo del acceso Avellaneda, casi en la intersección con la ruta, hace que los automovilistas que no están interesados en viajar a otro lugar, giren a su derecha y a reducida velocidad continúen el paseo por la ruta para ingresar a la altura de la Estación de Servicio Petrobras. Esta manera de evitar multas, está vista como muy peligrosa por los mismos que hacen el trayecto", se señaló.
El director de Prevención y Seguridad Urbana, Sergio Schneider, hizo saber que unas semanas atrás llegó a la ciudad el inspector zonal del Distrito 17 de Vialidad Nacional.
"Recorrimos los distintos accesos a la ciudad. Entre otras cosas nos indicó que no podemos seguir permitiendo la vuelta en U sobre ruta 12 por el peligro que representa. Pusimos carteles en el acceso y agregamos la presencia de inspectores para que se respeten las indicaciones", afirmó.
Schneider asumió que "es una imprudencia salir a dar la vuelta al perro a la ruta", y admitió que "es un hábito difícil de sacar".
En este sentido, apostó a promover el arraigo de circuitos menos peligrosos. Dijo que lo ideal sería "continuar el trayecto por la ruta y reingresar a la ciudad por la calle de acceso a la estación de servicio". Recordó, por las dudas, que "se debe conducir a la velocidad que indican los carteles y con las luces encendidas". "Es una maniobra menos peligrosa", insistió.
Optimista, opinó que con el tiempo los automovilistas se habituarán a ingresar al Parque del Lago o circular por calle Alemanes del Volga, una calle alternativa.
Anunció que "otra medida que se adoptará en breve es clausurar una de las bajadas al Parque Centenario, ubicado a la derecha del acceso en dirección a la ruta 12". "Se colocarán mojones, porque es un lugar que no deja de ser peligroso, y se dejará habilitado el ingreso al lugar únicamente por el puentecito que está antes del pórtico", ubicó.
Mariana, vecina de Crespo, contó a El Diario y a todos los foráneos que quieran escucharla: "Es muy difícil reemplazar nuestro paseo por el parque del lago. Es nuestro lugar para pasar el domingo, para instalarnos con los chicos a tomar mates. Y eso supone una vuelta al perro".
Describió que "ya de por sí el ingreso a la ciudad se da de manera muy lenta porque la vuelta al perro está muy arraigada. Vamos todos en caravana. En una de esas vueltas, entras al parque. Es cierto que genera un problema para el ingreso a la ciudad. Pero todos vamos despacio porque sabemos que la idea es pasear. Nunca pasó nada", remarcó.
Eliana, trabajadora del municipio, devela un proyecto de convertir el boulevard el ingreso a la ciudad lo que va a cambiar la fisonomía y el circuito. Pero coincide: "Sacar esta vueltita va a ser complicado". "Se proponen calles paralelas y seguramente tendremos que encontrar alternativas pero nunca pasó nada. Culturalmente está aceptado que en el acceso a la ciudad la cosa es así", insistió.