Ante ello y sin que hubiera ninguna persona que reclamara su tenencia o propiedad, se lo secuestró para trasladarlo hasta la comisaría novena para su resguardo y su mejor identificación de marcas de yerra.
Fue así que se corroboró que era el mismo que había sido sustraído el pasado 6 de octubre a Ángel, de 49 años, desde su domicilio en Barrio Capibá. Ante tal circunstancia se convocó al denunciante para que acredite pertenencia y por orden del Ministerio Público Fiscal se efectuó su inmediata devolución.
Es ahí donde aparece en escena una tal Cinthia, de 33 años, domiciliada barrio Anacleto Medina, quien al ser avisada por vecinos que al caballo se lo había llevado la Policía, se presentó en la comisaría jurisdiccional a reclamarlo como suyo y que lo necesitaba para trabajar.
La mujer manifestó "sin exhibir documental" que lo había comprado a un sujeto apodado "Caquero", el cual no le entregó papeles del animal ni siquiera se confeccionó boleto de compraventa, a pesar que ella lo adquirió a través del trueque de su motocicleta, vehículo que aún estaba pagando.