Con esta declaración, el fiscal Ignacio Telenta entendió que Pavón no solo ayudó a Wagner a escapar de Gualeguay hacia Buenos Aires, sino que fue el coautor del abuso sexual y el asesinato. Pero cuando lo imputó por el crimen, el dueño del lavadero decidió declarar y relató que, efectivamente, aquella noche habían estado cenando con su empleado en el comedor La Terraza; en un momento a su hijo de 12 años le dio sueño y los llevó a su casa, se bajaron del auto y Wagner siguió solo. "Lo que no quiere decir que haya actuado solo, porque entendemos que sí participó otra persona, pero que obviamente no es Pavón", dijo el abogado codefensor Andrés Carvajal, quien trabaja en el caso junto a Horacio Barreto.
En este sentido, para corroborar esta versión, citarán a declarar esta semana a vecinos que vieron a Pavón entrar a la casa junto a su hijo. Además, su esposa estaba en la vivienda, quien podría también confirmarlo.
Otros sospechosos
En el relato de Pavón surgen otros sospechosos. El hombre dijo que el sábado a la mañana se levantó temprano y fue a trabajar al lavadero. Como Wagner no había llegado, lo llamó al celular insistentemente sin respuesta, hasta que lo atendió un familiar que le dijo que había llegado descompuesto, por lo que le pidió que le llevaran la llave para abrir un candado para poder trabajar. Poco después llegó con la llave la pareja de Wagner junto a su hijo y se pusieron a limpiar el interior del auto Renault 18. En horas de la tarde del sábado llegaron al lavadero Wagner con su pareja. Le pidió disculpas por haber faltado porque se sentía mal y le pidió lavar el auto por afuera. Pavón le dijo que ya era tarde, pero si quería podía manguerearlo, aunque finalmente no lo pudo hacer porque había un camión en la rampa. Como el auto estaba embarrado, Pavón le preguntó a Wagner por dónde había andado, y este le respondió: "El otro sarna me hizo meter por ahí".¿A quién se refería Wagner con "el otro sarna"? Es una de las pistas que se sigue ahora en la investigación, y que apunta al entorno familiar. Y, en esta hipótesis, sería a quien Wagner estaría protegiendo al involucrar a Pavón en el hecho.
A su vez, Pavón declaró lo que sucedió el domingo cuando Wagner le pidió plata para irse a Moreno, provincia de Buenos Aires. Desmintió haberle dado dinero para la fuga, ya que no sabía lo que había hecho. Contó que Wagner le dijo que quería ir a la casa de su mamá a visitar a un sobrino recién nacido. No le dio plata, sino que lo contactó con un camionero conocido que va todos los lunes a un mayorista de Campana, con quien finalmente viajó.
Con estos argumentos, Pavón pretende refutar la acusación de Wagner. Este puede abstenerse a realizar el careo, pero se presume que si está seguro de lo que dice no tendría problemas en hacerlo. De lo contrario, quedaría mal parado.
Esto se suma a que Wagner, en el caso de la violación en Concepción del Uruguay por la que fue absuelto, acusó a su hermano gemelo. Con este antecedente, la defensa pregunta porqué no haría de nuevo esto de echarle la culpa a otro.
El jueves comenzaron las pericias de ADN que se realizan sobre las prendas de vestir y otros elementos secuestrados en la casa de pavón. El martes se realizarán las pericias sobre los celulares de este acusado y su entorno. Si estos resultados corroboran la versión del dueño del lavadero, como su defensa cree que sucederá, pedirán luego su sobreseimiento e inmediata libertad.