Todo habría comenzado cerca de las 13 de este jueves, cuando "el Dulce" asaltó el negocio de venta de ropas y otros artículos, llevándose una pequeña suma de dinero. Lo que resta investigar es que ocurrió después y cómo se encuentran Berguñán y el comerciante. Este último dijo que "el Dulce", su hijo y su hermano, estaban armados con cuchillos y revólveres y lo fueron a increpar. El comerciante, conociendo la fama de Berguñán, no dudó y, según su relato, le arrebató un arma a su hijo y le efectuó al menos tres impactos: uno le dio en la muñeca, otro en el muslo derecho y en zona costal derecha del delincuente, precisó después el informe policial.
La disputa habría ocurrido en Asunción y Gendarmería Nacional a pocas cuadras del negocio en la puerta de la casa de Berguñán, lugar al que, de acuerdo con lo señalado por la Policía, habría llegado en auto el comerciante, habría descendido y tras una fuerte discusión sucedieron los disparos.
Un vecino intentó trasladar moribundo a Berguñán en una camioneta. Querían ganar tiempo y no esperaron a la ambulancia, con la mala suerte que el vehículo se detuvo en la esquina de San Lorenzo y La Rioja, donde hubo que transbordarlo a una ambulancia del servicio de emergencia; en ese momento eran cerca de las 14 y poco después se registró el deceso.
Una vida para el delito
Luis "el Dulce" Berguñán tenía 38 años y estaba cumpliendo una condena en la Unidad Penal Nº 3. Gozaba de los beneficios de salida socio laboral, como tantos otros presos. Se decía al principio que su carrera delictiva comenzó cuando era un niño: a los 12 años le gustaba andar a caballo y efectuar disparos sin mediar consecuencias, después vinieron los primeros robos, los problemas con las adicciones, siempre sellaba sus delitos con violencia. Ha llegado a golpear y lastimar a remiseros, repartidores y comerciantes. Para El Sol, "el Dulce" Berguñán era un viejo conocido y fueron incontables las menciones en causas de diversa índole que lo tuvieron como protagonista, en mayor o menor grado, se le suman en sus antecedentes el total de 12 causas de robos, amenazas, abuso de armas y lesiones de todo tipo, pero aseguran que nunca mató a nadie.
En su historial en el año 2009 un guardiacárcel se durmió en su puesto y, de esta manera, facilitó la fuga de él. "Fue una total negligencia nuestra, se nos escapó a nosotros", reconocieron en el penal en ese momento cuando estaba cumpliendo una condena de seis años por robo. En ese entonces, llevaba cinco años y siete meses, sólo le faltaban cinco meses para salir en libertad. En otras de sus tantas correrías se le imputó la comisión de un robo calificado con abuso de armas, en inmediaciones del Barrio Nébel, donde tantas veces molestó a los vecinos. En dicha oportunidad la víctima del robo contó en el tribunal. "Estaba cortando el pasto, cuando escuché un disparo, entonces vi, a través de la ligustrina, a Berguñán que se subía al caballo y le disparaba a Cisneros otra vez y se iba".
También apuñaló a su propio hermano
Otro de los episodios, pero este fue más violento, ocurrió en el 2010, cuando apuñaló a su hermano y lo dejó en terapia intensiva. En medio de una pelea familiar preludió el sangriento final. Ricardo Berguñán habría sido herido por su hermano con una cuchilla, en la pierna derecha a la altura de la rodilla, herida que le produjo una importante hemorragia, que lo dejó casi inconsciente para cuando llegó al hospital.
La víctima fue trasladada por un móvil policial cubierto de sangre y con un improvisado torniquete en la pierna derecha para frenar la hemorragia, estaba casi inconsciente, y fue ingresado rápidamente a quirófano, donde se le detuvo el derrame sanguíneo, y se lo derivó a la unidad de cuidados intensivos. Allí "El dulce" fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía de turno, como autor del hecho.
