Bocinas, gritos y silbidos se escuchaban por en diversos sectores de la ciudad, mientras que Avenida Ramírez lucía con gran movimiento de vehículos. Algunos iban disfrazados, otros con intenciones de hacerlos y los restantes se aprestaban para ir a la cancha a ver el partido entre Santos y Xeneizes.
En la terminal de colectivos se podían ver largas colas de jóvenes esperando algún taxi o remís que los traslade hasta el lugar elegido para hacer "la previa" y ponerse el traje elegido para esta noche. En la Costanera, a donde muchas familias concurren cada domingo, y particularmente en este a disfrutar de la Feria del Libro o a darse una vuelta por la carpa de emprendedores, había una muchedumbre, entre la cual también se mezclaban los disfrazados.
Así, Paraná empezaba a disfrazarse y a palpitar cada vez más fuerte los momentos más importantes de una jornada en la que miles y miles de personas se acercaron a la ciudad. Desde las 21.30, viví toda la previa y más por Elonce.