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Cómo juega Rodrigo Villagra, el volante de Talleres que quiere River

El mediocampista es una de las grandes figuras del elenco cordobés, pero quiere dejar al club en este mercado de pases. Conocé su historia, condiciones y proyección.
Es una de las novelas del verano. La posible salida de Rodrigo Villagra, uno de los mejores jugadores de Talleres, rumbo a River ocupa las principales planas. Todo el mundo del fútbol está atento a lo que pase con el mediocampista, que está en el radar del Millonario. Parece que es cuestión de horas para que se resuelva.

Villagra tiene apenas 22 años, pero por su experiencia en la cancha parece mucho más grande. Volvió a su Córdoba natal (es de Morteros) para jugar en Talleres a mediados del 2021, proveniente de Rosario Central. Había debutado un par de temporadas antes con el Canalla y, rápidamente, llamó la atención de la directiva albiazul. No fue fácil, pero los dirigentes acordaron el pase en una cifra que rondaba los U$S 1,3 millones.

El volante no tenía demasiados pergaminos previos a llegar a la T, porque no era titular y alternaba buenos y malos rendimientos. Acumulaba apenas 37 partidos en la máxima categoría, aunque contaba con un diferencial: ya había vestido la camiseta de la Selección. Su nivel había llegado a los que toman decisiones en AFA y tuvo su primera chance en la Sub-20.

El "18" no tardó en destacarse y se convirtió en patrón del mediocampo del Matador. El desafío no era fácil porque debía dejar en el olvido a Andrés Cubas y al ídolo Pablo Guiñazú, una dupla central de nombre y peso. Pero lo hizo. Cacique Medina, el por entonces DT, confió en él y no desaprovechó la oportunidad. A base de buenas actuaciones, se ganó un lugar primero y después se volvió fundamental. No hizo goles, pero ayudó a convertir varios.
De familia futbolera, es hermano de Cristian Villagra, justamente ex River. Del "Kity" aprendió el esfuerzo y muchos de los valores que lo convirtieron en lo que hoy es. Y también heredó la pasión por los colores. Es que cuando tenía sólo 8 años, debió dejar su ciudad para mudarse a Buenos Aires, a acompañar al mayor que fichaba para el club de Núñez. De ahí es que alguna selfie suya con la camiseta de la banda se volviera viral estos días.

Villagra es un chico sin miedo al éxito: no importa quién tenga al frente, compite igual. Su tranquilidad es una de las claves de su juego. Es difícil encontrarle un partido en el que su nota baje del "aprobado". No es un salvador, pero si él está fino el equipo sin dudas también lo estará. Perfil bajo, pero con altos rendimientos. Y constante.

La velocidad no parece ser su mayor valor, aunque sí es muy rápido con la pelota en los pies. Diestro, tiene buena pegada y sus cambios de frente suelen ser precisos. También da buenos pases filtrados, para generar peligro en ataque. En la T, hizo buenas sociedades con los extremos. La asistencia con ventaja de campo, para hacerlo correr al incontenible paraguayo Ramón Sosa, dio resultados casi siempre.

Sacarle una palabra es misión imposible. Pero elige hablar dentro de la cancha. Así, es lógico que no se haya expresado sobre su futuro, aunque la decisión de cambiar de aire ya la tomó. Por estos días, se entrena diferenciado, sin tener contacto con el resto del plantel de Talleres. No pierde ritmo. Sólo está esperando el momento, agazapado. Igual que cuando llega el pitazo del árbitro los domingos y la pelota le cae a sus pies. (TyC Sports)

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