Por la medida, Rusia no podrá tomar parte del Mundial que comenzará en noviembre de este año, pese a que aún debía disputar el repechaje con Polonia, país que ya se había negado a jugar el partido.
Asimismo y de manera conjunta, la FIFA y la UEFA decidieron suspender a los equipos y selecciones nacionales rusos de todas las competiciones que organizan. "Creemos que esta decisión es contraria a las normas y principios de la competencia internacional, así como al espíritu deportivo", continuó el texto.
Y agregó: "Tiene un carácter claramente discriminatorio y perjudica a un gran número de atletas, entrenadores, empleados de clubes y selecciones nacionales y, lo que es más importante, a millones de aficionados rusos y extranjeros, cuyos intereses deben proteger las organizaciones deportivas internacionales en primer lugar".
En ese sentido, advirtió: "Tales acciones están dividiendo a la comunidad deportiva mundial, que siempre se ha adherido a los principios de igualdad, respeto mutuo e independencia de la política. Nos reservamos el derecho de impugnar la decisión de la FIFA y la UEFA de conformidad con el derecho deportivo internacional".