No es para menos: la Albiceleste rompió con todos los pronósticos y, por tercera vez en su historia, jugará el duelo decisivo de esta competencia: se coronó en condición de local en 1950 y perdió en la final frente a Yugoslavia en Indianápolis 2002.
Ni bien terminó el encuentro, se desató la fiesta: canciones, aplausos, abrazos... alegría en estado puro.
Esta es la banda más loca que hay... ? pic.twitter.com/mrAp0TqbOg
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¡Festejo en el vestuario! pic.twitter.com/zJZyxJuBX7
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Qué locura estamos viviendo. pic.twitter.com/48CYKPXZ1I
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Final del partido...¡ESTAMOS EN LA FINAL! pic.twitter.com/VkacRpINrn
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