El conjunto romano empezó arriba en el marcador por un doblete de Ciro Immobile (el primero de penal).
Cuando el encuentro parecía definido, apareció Paulo Dybala para poner suspenso: a los 40 del segundo tiempo, descontó de tiro libre, y en tiempo adicionado igualó el juego de penal.
Sin embargo, dos minutos más tarde, Alessandro Murgia puso el 3-2 definitivo para la Lazio.