Marcelo Gallardo sabe que los refuerzos serán clave, porque el equipo ha sentido las ausencias del último tiempo, sobre todo en la defensa. Y el fiel reflejo fue el arranque, porque el local se puso arriba luego de un despeje al medio de Éder Álvarez Balanta (de muy bajo nivel) que Mariano Barbieri aprovechó para definir por arriba de un adelantado Augusto Batalla, quien no tuvo la mejor respuesta para evitar el gol del conjunto de Sarandí.
Más allá de que Iván Alonso tuvo para empatarlo, pero Fernando Pellegrino se lo negó, el equipo visitante no tuvo muchas ideas. Con las ausencias de Barovero, Vangioni, D'Alessandro, Mora y Mammana, el partido sirvió para buscar variantes o darles una chance más a algunos futbolistas. En este caso, el Pity Martínez no aprovechó su posibilidad y fue reemplazado por Leonardo Pisculichi, otro que parece tener los días contados en el club. Ni que hablar de Nicolás Bertolo y Tabaré Viudez.
Sin embargo, pese a la floja etapa inicial, un penal regalado de Darío Herrera por una falta -casi imperceptible- de Barbieri a Camilo Mayada, le permitió a Lucas Alario nivelar en el complemento. En esos primeros minutos, el Millonario tuvo para poder cambiar la historia, pero le faltó precisión en los últimos metros. Y cuando la historia parecía clavada para un empate, un descuido en la marca derivó en un centro que cruzó toda el área y le permitió a Agustín Vuletich ganar el partido con un cabezazo.
Cabe destacar que los de Núñez pidieron fuera de juego de Claudio Corvalán, pero el defensor estaba habilitado por Balanta en el momento de mandar al centro para Vuletich, quien también se encontraba detrás de la línea de la pelota cuando llegó el envío. Así, River cerró el campeonato muy lejos de ser protagonista y sabiendo que tendrá que buscar muchas variantes y dejar ir (o recuperar) a varios futbolistas. En tanto, Arsenal culminó un torneo estupendo e ilusionado para el siguiente.
