Sebastián Palacios, uno de los pocos "experimentados" que puso Guillermo Barros Schelotto en cancha, tuvo la chance de abrir el marcador de entrada, pero Marcos Díaz se encontró con la pelota. Antes del descanso, Jonathan Silva apareció sorpresivamente en el corazón del área y mandó la pelota a la red, pero el árbitro anuló la jugada por un fuera de juego inexistente aunque muy fino.
El Globo, por su parte, manejó el balón durante gran parte del primer tiempo, pero careció de claridad en los metros finales y prácticamente no generó riesgo en el arco rival. Ni siquiera Wanchope Ábila, referente de Huracán y uno de los apuntados para reforzar a Boca a futuro, logró incomodar a Guillermo Sara.
La buena noticia para Eduardo Domínguez fue que su equipo logró cortar una racha negativa de tres derrotas consecutivas por el campeonato local, sumadas a la eliminación de la Copa en manos de Atlético Nacional. El Xeneize, en tanto, mostró una imagen más positiva que la que había dejado la semana pasada ante Argentinos y ya puede concentrarse en su gran objetivo, la Libertadores.