En primer lugar, por eso, intentarán conseguir una habilitación por parte de AFA: si no registran al refuerzo en la Asociación del Fútbol Argentino, no pueden inscribirlo en Conmebol. La habilitación sería una excepción porque el reglamento de la entidad de Viamonte permite incorporar exclusivamente jugadores libres por falta de pago. Tampoco pueden traer futbolistas del exterior porque el TMS, el sistema que utiliza FIFA para aprobar las transferencias, está cerrado hasta el 18 de julio.
Lo que Boca busca, entonces, es una excepción por las lesiones de Fernando Gago, Andrés Cubas y Rodrigo Bentancur. Los abogados del club se basan en dos situaciones para fortalecer el pedido. Uno es el antecedente de Rolando Schiavi, que llegó a Estudiantes de La Plata para jugar la semifinales de la Copa Libertadores 2009.
Para el martes antes de las 20:45, deben presentar la lista de profesionales habilitados para disputar los octavos de final. Pueden hacer tres modificaciones respecto a quienes estuvieron en la primera fase. La condición de Guillermo es que, si pueden sumar a alguien, sea de jerarquía: que llegue con actividad, se pueda poner la camiseta de Boca el jueves y jugar como titular en Asunción, ante Cerro Porteño. Para esa nómina de buena fe, Guillermo piensa en tres apellidos, en el siguiente orden: Mario Bolatti, Fabián Rinaudo y Gerónimo Poblete, todos de equipos del fútbol local que no tienen participación en la Libertadores.
Bolatti cumple los requisitos: tiene trayectoria y minutos en Belgrano de Córdoba. Armando Pérez, presidente del Pirata, no quiere saber nada: "Veo imposible que juegue en Boca", dijo, en declaraciones a TyC Sports. Rinaudo, la segunda opción, también tiene un currículum interesante. Pero como el dueño del pase es Catania, su llegada es inviable. Poblete, de Colón de Santa Fe, acumula menos recorrido: sería el que llegaría sólo si se caen los otros dos mencionados.
